Científicos mexicanos en el exterior, forzados ¡a pagar por trabajar!

Las medidas de austeridad del Gobierno Federal retiró el seguro de gastos médicos mayores a algunos investigadores mexicanos.

La austeridad republicana ha afectado a los científicos mexicanos. (Shutterstock)
Ciudad de México /

La austeridad republicana ha llevado a científicos mexicanos de nivel internacional al extremo de tener que pagar para poder conservar sus puestos de trabajo.

Tal es el caso del doctor Gerardo Herrera Corral, uno de los físicos mexicanos más connotados y que desde hace años participa en uno de los experimentos masivos que se realizan en el Gran Colisionador de Hadrones, el gigantesco acelerador de partículas que es parte del arsenal científico del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN, por sus iniciales en francés).

El investigador, cuya institución de origen es el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, es uno de los científicos que desde el primer día del año ya no está protegido institucionalmente por un seguro de gastos médicos mayores.

Y es que las medidas de austeridad que el Gobierno Federal aplicó en la gran mayoría de sus ramas consideran que los investigadores científicos son funcionarios públicos de confianza.

“Para muchos, contar con el seguro de gastos médicos mayores es un privilegio”, admitió el doctor Herrera Corral. “Sin embargo, esto no aplica a los científicos. Para los investigadores que trabajamos en colaboraciones internacionales, el seguro es un instrumento en nuestras labores cotidianas”.

El físico explicó que el CERN exige que los investigadores asociados a sus experimentos cuenten con cobertura de salud y contra accidentes; en otras palabras, deben estar protegidos por un seguro contra padecimientos ocupacionales.

En los hechos, dijo, esto significa que los mexicanos trabajando en el CERN (y México tiene a varios investigadores en las instalaciones ubicadas en Ginebra) deben estar protegidos por un seguro válido en Suiza y en Francia. Y el requisito vale tanto para el propio investigador como para los miembros de su familia que lo acompañen ocasionalmente, en caso de estancias prolongadas.

“Más aún, se debe contar con la protección en los países que como investigador pueda visitar en el curso de sus estancias en el laboratorio”, lo cual en su caso significa la necesidad de estar protegido al menos en Europa y Estados Unidos.
Hasta el pasado 31 de diciembre, el seguro de gastos médicos mayores había subsanado el requisito, “pero a partir de ahora tendremos que comprar nuestro derecho a seguir trabajando”, lamentó el científico. “Que el investigador deba cubrir de su salario el derecho a entrar en el laboratorio es inaceptable en cualquier marco internacional de trabajo”.

Trabajar en el gigantesco anillo subterráneo del CERN expone a los científicos a radiaciones y a materiales químicos peligrosos. Las instalaciones internacionales tienen equipo expuesto, es decir, son áreas industriales que por las restricciones de espacio presentan riesgos de accidente superiores a los de otros ambientes.

Es por lo anterior que el contrato suscrito por los investigadores con el CERN establece como requisito indispensable un seguro que los proteja contra eventualidades.


RL

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