A 32 años de su creación, el Día Mundial de la Salud Mental se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre el bienestar emocional y adoptar prácticas que ayuden a mejorar la calidad de vida.
La forma en que una persona piensa, siente y actúa está influenciada tanto por factores externos como internos — y que abarcan desde la salud física hasta las condiciones socioeconómicas— hay actividades fáciles y respaldadas por la ciencia que pueden ayudar al cuidado de la salud mental, incluyendo las pequeñas acciones que pueden aligerar la carga en un mal día.
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Dar un regalo
El acto de dar un regalo, por pequeño que sea, puede tener un impacto positivo tanto en quien lo da como en quien lo recibe.
Un estudio publicado en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience señala que el intercambio de regalos puede producir un aumento del rendimiento cognitivo “con una precisión mejorada y tiempos de respuesta más bajos en el desempeño de la tarea”.
“El papel de la empatía, las emociones positivas y los mecanismos de recompensa pueden funcionar para reforzar y mejorar el vínculo social, lo cual es visible tanto a nivel conductual como neuronal”, concluyeron los investigadores.
El datoPor qué se conmemora el 10 de octubre
Richard C. Hunter, entonces Secretario General Adjunto de la Federación Mundial de Salud Mental fue quien impulsó la iniciativa con la que logró que se celebrarlo por primera vez el 10 de octubre de 1992.
Fue a partir de la Segunda Guerra Mundial que el abogado comenzó a dedicar sus esfuerzos en promover el cuidado del bienestar en sus diferentes niveles.
Comer algo con picante
El consumo de alimentos picantes no solo añade sabor a la comida: también puede tener beneficios para la salud e incluso bienestar.
Los chiles contienen capsaicina, un compuesto que puede aumentar la liberación de endorfinas, las hormonas de la felicidad. Según un estudio, aunque en primera instancia,su ingesta provoca un aumento (indirecto) de la percepción del dolor, también tiene un efecto analgésico e incluso placentero.
“La percepción del dolor se inicia mediante la activación del nociceptor. La percepción del dolor se contrarresta a su vez mediante la liberación de endorfinas, que desencadenan sensaciones de placer”, señalan los investigadores.
Además, algunas investigaciones sugieren que los alimentos picantes pueden mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. No obstante, es preferible no abusar de ellos ya que la capsaicina puede traer consigo efectos secundarios no deseados como reflujo, náuseas o diarrea.
Caminar descalzo
Caminar descalzo, especialmente sobre superficies naturales como césped puede tener un efecto calmante y revitalizante. Esta práctica puede ayudar a reducir los niveles de estrés, ya que, según lo expresado por el doctor en Neurociencias por la UNAM, Eduardo Calixto, incentiva la liberación de beta-endorfina, una sustancia que el cuerpo produce en respuesta al dolor, el ejercicio y otras formas de estrés.
Hacer ejercicio
El ejercicio físico es una de las formas más efectivas de mejorar la salud mental. Actividades como correr, nadar o practicar yoga pueden liberar endorfinas y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. El ejercicio regular también puede mejorar la calidad del sueño, aumentar la autoestima y proporcionar una sensación general de bienestar.
Meditar
La meditación es una práctica que ha demostrado ser eficaz para reducir el estrés y la ansiedad. Además, algunos estudios han encontrado que esta actividad puede influir en la neuroplasticidad, “reduciendo la degeneración cerebral relacionada con la edad y mejorando las funciones cognitivas”.
Dedicar unos minutos al día en la atención plena puede ayudar a la concentración, calmar la mente y mejorar la forma en que se responde al estrés.
En un artículo de Stanford Magazine, Angela Lumba-Brown, profesora clínica adjunta de medicina de urgencias y codirectora del Centro de Rendimiento Cerebral de Stanford explicó que los niveles de dopamina (el neurotransmisor del placer), serotonina y GABA (el neurotransmisor de la calma) aumentan en respuesta a la meditación.
La salud, más de una cara en la moneda
Recientemente un grupo de científicos de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard detectó una relación entre la salud mental y la salud física. En su artículo, publicado en JAMA Psychiatry, detectaron que experimentar gratitud está asociado con un mayor índice de bienestar emocional, lo que a su vez repercute en la longevidad.
El equipo dio seguimiento a un grupo de enfermeras mayores de Estados Unidos. Quienes obtuvieron una puntuación más alta en la escala de gratitud experimentaron hasta 9 por ciento menos probabilidad de tener riesgo de muerte. Los resultados son un claro ejemplo de los distintos factores que influyen en el cuidado de la salud.
De ahí que los expertos enfaticen en la necesidad de ver la salud mental de manera integral, más allá de las labores de las labores de autocuidado.
Así mismo, es necesario detectar cuando se requiere acudir con un profesional. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos si alguno de estos síntomas persiste por más de dos semanas es una señal de que se requiere apoyo de un especialista.
- Dificultad para dormir
- Cambios en el apetito
- Dificultad para levantarse de la cama debido al estado de ánimo
- Dificultad para concentrarse
- Pérdida de interés en las cosas que usualmente disfrutaba
- Sentimientos de irritabilidad, frustración, inquietud
LHM