Si vas a tener a tu primer bebé, la pregunta del millón siempre es si será por parto natural o por cesárea. Hay cosas que pueden animar a una mujer a realizar una u otra, entre ellas el peso del bebé y alguna situación especial, pero ¿qué debes tomar en cuenta para elegir la cesárea?
Sangre
En un parto hay más sangre de la que te imaginas, aunque probablemente no la verás toda, prepárate para ver los guantes del doctor y a tu bebé empapados de sangre al momento de nacer.
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Las contracciones
Pueden empezar como cólicos menstruales, pero el dolor va incrementando y es como si alguien jalara tu espalda baja o tu abdomen. La anestesia epidural puede ayudar a sobrellevarlo, pero también tiene efectos secundarios.
Romper la fuente
No a todas las mujeres se les rompe la fuente y, según la Clínica Mayo, no siempre es tan fácil detectar cuando esto sucede. Incluso puede ser difícil diferenciarla de una orina normal, a veces puede presentarse como una sensación inevitable de ir al baño; depende de cada mujer.
¡Puja, puja!
Generalmente, al momento de pujar, muchas mujeres tienen una sensación enorme de hacer popó, y eso es porque el bebé ya descendió al útero y está haciendo presión para salir. Pujar mientras sale el bebé se trata de mucha presión, incomodidad y dolor.
Pañal para adulto
Para la mayoría de las mujeres el sangrado continúa después del parto. Incluso algunas mujeres siguen sangrando hasta seis semanas después del parto, pero esto no es regla.
RL