Como sabemos que en la vida hay cosas más importantes que hacer dietas y ejercicio para quemar grasa, por eso te damos algunos hábitos que PeriodistaDigital.com enlista para engañar al estómago y comer menos, o para acelerar tu metabolismo.
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Mascar chicle entre comidas
Investigaciones del Instituto de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Leeds, Reino Unido, concluyen que los efectos del chicle en la regulación del apetito son muy positivos.
Primero, porque evita que comamos por aburrimiento y segundo, porque produce sensación de saciedad. Pero ojo, para que el truco funcione, se tiene que mascar el mismo chicle durante al menos 45 minutos.
Beber un vaso de agua antes de comer
Investigadores de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, comprobaron que al llenarnos el estómago de agua comemos menos y en 12 semanas podemos perder hasta 4 kilos de peso.
Desayunar bien
De lo contrario, llegaremos hambrientos a la hora de comida y comeremos más, además que el ayuno prolongado pone el metabolismo en forma de ahorro, es decir, revierte el metabolismo de la insulina y hace que almacenemos más grasa.
Servir las raciones en platos pequeños
Ver un plato pequeño rebosante nos sacia más que ver uno grande a medias, aunque la cantidad de comida sea mayor en el segundo caso que en el primero.
Masticar mucho cada bocado
Nuestro cerebro tarda alrededor de 20 minutos en enviarnos la señal neuronal de que estamos saciados y si durante ese intervalo de tiempo comemos muy deprisa, comeremos de más.
Comer sin tele visión
Un estudio del Departamento de Marketing y Ciencia Nutricional de la Universidad de Illinois, EU, asegura que con la tele encendida comemos más y peor porque lo hacemos de forma mecánica, sin darnos cuenta de que ya estamos saciados.
Acostarnos temprano
Especialistas de la Universidad Northwestern de Medicina, en Chicago, EU, descubrieron que quienes se acuestan tarde consumen alrededor de 250 calorías más que las que lo hacen temprano. Es decir, 900 gramos al mes.
Dormir más horas
Una investigación dirigida por el doctor Hengyi Rao, de la Universidad de Pensilvania, en EU indica que la falta de sueño produce alteraciones en la parte del cerebro que nos ayuda a decidir y eso nos incita a consumir más grasas y menos hidratos de carbono.
Mantener fresco el dormitorio
Dormir en una habitación fresca, no helada, obliga a nuestro organismo a generar más calor, algo que consigue activando la grasa parda, que es la encargada de regular la temperatura corporal.
Comenzar la jornada con una ducha de agua fría
El agua fría estimula las terminaciones nerviosas y nos ayuda a comenzar el día enérgicamente, y también activa la termogénesis, que es la capacidad del organismo para generar calor, por lo que facilita la pérdida de peso.
Tomar vitamina D
El doctor Shalamar Sibley, de la Universidad de Minnesota, EU, comprobó que la vitamina D activa el metabolismo y que, por eso, a las personas con déficit en esta vitamina les cuesta más perder peso.
Hacer el amor con regularidad
Los autores del estudio Energy Expenditure during Sexual Activity in Young Healthy Couples, publicado en la revista PlusOne en 2013, aseguran que el gasto energético medio durante cada acto sexual es de unas 85 calorías, lo que equivale a 3 calorías y media por minuto.
Practicar ejercicio moderado a diario
Hacerlo contribuye a quemar grasa y a elevar nuestro bienestar.
JCH