A partir de la pandemia por covid-19, mujeres de todo el mundo, respaldadas por ginecólogos, comenzaron a reportar alteraciones en los ciclos de menstruación tras padecer la enfermedad o recibir las dosis de las diferentes vacunas.
Lo anterior generó debate a través de las redes sociales, donde las personas compartieron sus experiencias consecuencias del cambio en el ciclo, asociándolo estrechamente con el virus. Una de las búsquedas más comunes es ¿Cómo afecta la covid-19 a mi periodo menstrual?
Covid-19 y la menstruación
De acuerdo con expertos, el estrés está directamente relacionado con las alteraciones en los ciclos mensuales, por lo que enfermedades que comprometen la salud general como lo es la covid-19 podrían naturalmente afectar el periodo.
Además, el virus genera una desregulación en el eje hipotálamo-hipofisario, el cual se encarga de equilibrar los niveles hormonales, entre ellos el de la menstruación. Aunque a más de dos años y medio sigue sin ser claro el espectro de alteraciones, lo que puede concluirse es que las modificaciones son reversibles y transitorias; la covid-19 puede generar más daños en el ciclo que la propia vacuna contra la enfermedad.
Entre los cambios destacan:
- Hemorragias
- Retrasos
- Menorrea
- Menstruación más frecuente
- Desaparición del sangrado por algún tiempo
Vacunas contra covid-19 y la menstruación
Por otro lado, a partir del inicio en la aplicación de las vacunas contra covid-19 a nivel internacional, mujeres comenzaron a reportar a través de las redes sociales que uno de los posibles efectos secundarios de la inoculación era el cambio en el ciclo menstrual.
Por lo anterior y ante la falta de datos estadísticos suficientes, las profesoras Katharine Lee y Kathryn Clancy, de las Universidades de Tulane e Illinois respectivamente, impulsaron un estudio al respecto para determinar el grado de afectación entre la población.
El principal resultado del estudio revela que 42 por ciento de las personas con ciclos menstruales regulares tuvieron un flujo más abundante después de vacunarse, mientras que el 44 por ciento no registró ninguna variación.
Del grupo poblacional que registró alteración en el ciclo, se presentaron más casos entre las personas mayores, también en aquellas que se identificaron como hispanos o latinos y quienes experimentaron con mayor fuerza otros efectos secundarios de las vacunas, tales como cuerpo cortado o fiebre.
Entre los factores médicos que convierten a las personas en propensas a experimentar un sangrado más abundante destacan: Personas con endometriosis, fibromas uterinos o síndrome de ovarios poliquísticos.
La modificación en el ciclo no solo afectó a las personas menstruantes, sino también a aquellas que ya no lo hacían. Ejemplo de lo anterior son los resultados del estudio, los cuales muestran que el 71 por ciento de las personas que usaban anticonceptivos de larga duración presentaron sangrado, también el 39 por ciento de las personas en tratamientos hormonales o reasignación del género y 66 por ciento que ya habían superado la etapa menopáusica.
Conclusiones del estudio
Es importante destacar que la modificación en el ciclo, flujo y recurrencia es temporal, al menos es lo que permite determinar el estudio mediante sus resultados, basado en las entrevistas a las y los participantes.
Los resultados permiten demandar mayores estudios en la materia, así como plantear cuestionamientos y abrir paso a la investigación; sin embargo, no pueden ser confirmatorios de una relación de causalidad entre las vacunas y las alteraciones menstruales. En conclusión, este es el primer paso para investigar desde la ciencia el posible vínculo.
FM