¿Te ha pasado que te topas con algún conocido pero no recuerdas su nombre, o bien que conoces a alguien y en ese mismo rato olvidas como se llama? Esto no solo te ocurre a ti, en realidad es algo muy común y pasa por algo muy sencillo ¿quieres qué es?
En una entrevista a la revista Time, el director del Programa de Memoria y Plasticidad en la Universidad de California, Charan Ranganath, dijo que esta información la olvidas por algo muy simple “no estás interesado”.
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El especialista sugiere que las personas son mejores para recordar cosas que las motivan a aprender; en el caso de los nombres, cuando estás motivado y te parece importante, lo recuerdas, pero en otras ocasiones no te es relevante y lo olvidas.
Aunque el experto también señaló que a veces realmente quieres recordar y de todas formas tienes esas “lagunas mentales”, esto puede suceder porque subestimas el trabajo necesario para recordar algo en apariencia tan “simple” como es el nombre de una persona.
A veces influye cuál es el nombre, y si éste es común, puedes olvidarlo porque no te parece interesante. En cambio, si conoces a alguien con un nombre raro puede que tu atención sea atraída y lo recuerdes con mayor facilidad; además, explicó que para recordar un nombre siempre se requiere hacer un esfuerzo.
AG