¿Cómo será posible construir ciudades inteligentes?

Se trata de núcleos urbanos que brinden oportunidad económica, empoderamiento e inclusión, calidad ambiental, movilidad, seguridad y protección, vida y recreación sustentables.

No solo se trata de tecnología o de conectividad: la tendencia más importante se enfoca en regresar la autoridad al ciudadano y mejorar los servicios.
Martina Spataro
México /

No hay que mirar muy lejos para reconocer que los centros urbanos a escala global están cambiando cada vez más rápido. “Alentadas por la migración masiva, los avances tecnológicos y una geografía cada vez más interconectada, las ciudades son el sitio con los extremos más grandes de la humanidad, donde el poder económico se encuentra con la pobreza extrema, y donde el dominio de la arquitectura se encuentra con los terrenos contaminados”, afirma el estudio Mid-Sized Cities Research Series 2018 de Evergreen, del Centro de Urbanismo Canadiense.

El estudio reconoce que las ciudades tienen un gran potencial de transformación para apoyar a construir comunidades más tecnológicas, sanas y sostenibles. Para eso proponen desarrollar “ciudades inteligentes”.

Aunque mundialmente no se coincide en una sola definición sobre lo que es una ciudad inteligente, el estudio concluye que si bien fueron impulsadas en gran medida por la tecnología, la tendencia más importante se enfoca en regresar la autoridad al ciudadano. En este sentido, una ciudad inteligente debe aprovechar la tecnología para mejorar los servicios, según la necesidad que tengan las personas. “La construcción de una ciudad inteligente sucede desde cero, empoderando a los ciudadanos sin que la tecnología impulse la agenda”.

La “ciudad inteligente” se trata de desarrollar ciudades sanas, equitativas y sustentables atendiendo seis ejes: oportunidad económica, empoderamiento e inclusión, calidad ambiental, movilidad, seguridad y protección, y vida y recreación sustentable, según el estudio Smart Planning our Smart Cities, de la misma autoridad.

“La rápida urbanización ha coincidido en los últimos años con un crecimiento masivo de dispositivos conectados (internet de las cosas). Para 2020, se prevé que existirán 50 mil millones de dispositivos conectados”, y es algo que las ciudades tienen que aprender a aprovechar para reducir costos y optimizar procesos.

El estudio destaca algunos ejemplos de soluciones inteligentes. “La adopción de postes de luz LED permite que la infraestructura de alumbrado público existente aloje una red de comunicaciones que abarque todo el alcance de una ciudad. Esta red puede convertirse en la columna vertebral de los servicios de la ciudad inteligente, al alojar dispositivos conectados y comunicar datos. Otro es la implementación de medidores inteligentes, que formen una red que conecte hogares en toda la ciudad”.

Paso a paso



Según el mismo estudio, se tienen que seguir cinco pasos centrales para planear el desarrollo de una ciudad inteligente. Primero se debe establecer un equipo de trabajo con colaboradores e inversionistas, agentes del gobierno, una terna que funcione como fuente de asesoría, y otros más. La idea es “construir asociaciones internas y externas, y fomentar la colaboración.”



Hay que definir el contexto, social, ambiental y político. Cada localidad “enfrenta diferentes desafíos, se encuentra en un estado diferente de preparación y tiene acceso a diferentes recursos y soluciones. Al establecer el contexto local, las soluciones tecnológicas pueden planificarse estratégicamente para obtener los más altos rendimientos económicos y sociales”. Del mismo modo, se tienen que determinar los recursos disponibles. Cuando el contexto de trabajo ya está definido se requiere una lista de recursos y agentes que estén disponibles en la localidad que sirvan para solucionar las problemáticas identificadas.



Después, llega el momento de desarrollar el plan, integrando los conocimientos anteriores. El estudio recomienda establecer una visión y misión del proyecto, y tener un marco de evaluación muy bien definido de medidas y acciones para superar los problemas que puedan surgir a lo largo del proyecto.



Por último, en la implementación es fundamental cuidar que el plan sea accionable y sostenible. “Para lograr una adopción efectiva y beneficiosa de estrategias de ciudades inteligentes, la implementación a menudo requiere opciones innovadoras de adquisición y financiamiento”, asegura el documento.



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