Conasama alerta por abuso de tramadol y de xilacina; cárteles lo mezclan con fentanilo

En algunos casos, el consumo prolongado de estas sustancias causa dependencia, afectación del aparato respiratorio, crisis epilépticas y depresión, alteración del sistema nervioso.

Los expertos alertaron por el aumento del consumo de estas sustancias. | Blanca Valadez
Blanca Valadez
Ciudad de México /

La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) alertó sobre el abuso en el consumo del analgésico de venta libre tramadol, que está siendo utilizado por jóvenes para reducir la ansiedad y, en el caso del crimen organizado, para mezclarlo con diversas drogas ilegales que elevan el riesgo de desencadenar o de exacerbar adicciones, afecciones cardiacas y respiratorias potencialmente mortales.

Además, la Conasama lanzó una alerta reciente a todos los sectores médicos sobre la utilización de la xilacina, sedante veterinario no opioide que no está aprobado para el consumo humano, y que los cárteles están mezclando con otras drogas, como es el caso del fentanilo, para potencializar los efectos que, de igual manera, resultan fatales.

Sobre tramadol, Nadia Robles, directora del Observatorio de Salud Mental y Adicciones de la Conasama explicó que “efectivamente, hay un problema. Tenemos casos identificados en la red de centros de atención de personas que llegan buscando tratamiento porque la sustancia habitual de consumo es el tramadol, y es una sustancia que, efectivamente es de libre acceso, no está controlada”.

Se trata, explicó en entrevista para MILENIO, de por lo menos 35 casos detectados en dicha red de atención de adicciones y salud mental, con “un consumo muy problemático de esa sustancia”. Esto, debido a que el tramadol es utilizado para tratar dolor postoperatorio, fractura de hueso, dolor crónico no oncológico.

Recordó que compete a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) la regulación y vigilancia de dicho medicamento, cuyo consumo constante afecta de manera directa el sistema nervioso y respiratorio.

Sin embargo, la Conasama consideró importante controlar la venta libre de pastillas y de soluciones en gotas e inyectables del tramadol para reducir los riesgos de adicción y de sus efectos secundarios, causados por la intoxicación.

En el menor de los casos, el consumo prolongado y problemático del tramadol puede causar somnolencia, mareos, dolor de cabeza; pero en otros los efectos son la dependencia, afectación del aparato respiratorio, crisis epilépticas y depresión, alteración del sistema nervioso. Asimismo, la situación se agrava cuando la persona tiene ideación suicida, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y cursa con adicciones, explicó José Castrejón, ex titular del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic).

“Es un analgésico muy potente y, lamentablemente, cuando los médicos lo recetan no dan una explicación clara de los protocolos que hay que seguir para evitar un proceso de adicción. El resultado es el uso ilícito que se está haciendo de lo que es una sustancia que tiene grandes beneficios. Y esa falta de cuidado en el control sanitario, puede generar riesgos como sucedió en Estados Unidos, como un antecedente de esta crisis de los opioides”, apuntó.

El especialista comentó que los usuarios están utilizando el tramadol como si se tratara de un ansiolítico, generando cuadros de abstinencia.

“Cuando la persona deja de consumirlo bajo un protocolo médico, es decir, bajo receta, y empieza a asociarlo con un proceso de analgesia, pero de sus estados de angustia, de ansiedad, la persona va encontrando un alivio, que es visto como algo placentero a un problema emocional”, detalló Castrejón.

El problema del consumo y abuso del tramadol se visibilizó luego de la pandemia. Aunque anteriormente se había lanzado una alerta sobre la crisis de tramadol, junto con algunos analgésicos, que enfrenta Sudáfrica.

“Lamentablemente estamos viviendo un mundo de incertidumbre. Sobre todo, muchos adolescentes empiezan a recurrir a diversos fármacos para aliviar problemas de ansiedad. Sabemos que los problemas de salud mental se están convirtiendo en un serio problema, particularmente en los jóvenes, post pandemia”, explicó.

En México, el tramadol se vende en su versión genérica por un promedio de 88 pesos, mientras que el medicsamento de patente supera los mil 472 pesos.

En cuanto a la Xilacina, Nadia Robles, directora del Observatorio de Salud Mental y Adicciones de la Conasama, detalló que “es una sustancia muy potente, usada en animales, incluso puede llegar a sedar a caballos”.

El medicamento de uso veterinario se está desviando como un adulterante de sustancias, lo que también conlleva el riesgo de que pueda haber una intoxicación aguda, aclaró.

LP

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