Será a partir del 15 de junio cuando la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC), solicite una reunión con el titular de la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (SOPOT), José Meneses Arrieta, y con Delia Jessica Blancas, titular de la Secretaría de Finanzas del estado, con el fin de evaluar un posible incremento en costos de obras que se redireccionaría a la compra de insumos para protección sanitaria y con ello evitar contagios por covid-19 entre las y los trabajadores de la construcción.
Así lo informó Luis Miguel Escudero Hernández, presidente de la CMIC, en Hidalgo, quien señaló que las constructoras hidalguenses se preparan para reiniciar las actividades a partir de que se liberen licitaciones, invitaciones o adjudicaciones directas y se den a conocer los fallos para que se sigan los protocolos de sanidad en cada área de trabajo.
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“Sería para obra pública y privada, porque el riego es el mismo. Sería un costo indirecto a las obras, necesarias para seguir trabajando, para cubrir lo que ellos nos piden en cuestión de seguridad”, indicó Escudero Hernández.
Explicó que trabajan en la implementación de los protocolos sanitarios que cada una de las empresas trabajó y aplicará para cada obra, que tienen sus propias características, además de que fueron avalados por la Secretaría de Salud federal, la Secretaría del Trabajo al mismo nivel, así como por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Como constructores tenemos la obligación de brindarle a nuestros colaboradores el equipo de protección necesario para evitar contagios, por lo que estamos viendo que este presupuesto pudiera ser contemplado porque es un costo extraordinario que tendríamos que poner para que se lleve a cabo".
Entre algunas medidas que se especifican en el Protocolo para el Regreso Seguro a las Obras de Construcción, los centros de trabajo debieron considerar cuatro dimensiones con el fin de identificar qué medidas deberán implementar para dar cumplimiento a los lineamientos, el tipo de actividades que desarrolla, el nivel de riesgo epidemiológico en el municipio en el que se ubica el centro de trabajo, su tamaño y sus características internas, para que, a partir de ahí, tomen las medidas requeridas.
Desde proporcionar equipo de protección personal a las y los trabajadores, colocar barreras físicas en las estaciones de trabajo, incrementar la frecuencia en el transporte y alternar asientos, filtros de ingreso y egreso, así como proporcionarles los suministros para mantener limpieza e higiene dentro de las áreas de trabajo.
“Nosotros queremos trabajar de la mejor manera, de una forma responsable para cubrir las medidas solicitadas a nivel federal, estatal y municipal”, concluyó.