En un periodo de 10 años, en el país se registraron cerca de 10 millones de casos de enfermedades gastrointestinales en menores de cinco años. Puebla, Chiapas, Oaxaca y Tlaxcala se colocan como los principales estados con este problema de salud.
De acuerdo con el análisis “El agua para consumo humano, un recurso natural cada vez más escaso”, realizado por Ernesto Mangas Ramírez, investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), cerca del 30 por ciento de los cuerpos acuáticos del país presentan de moderado a elevado grado de contaminación, lo que ocasiona enfermedades gastrointestinales.
Ante el Día Mundial del Agua, este 22 de marzo, el investigador de la máxima casa de estudios destacó que, si se mantiene la tendencia de la contaminación del agua y, al mismo tiempo, no se generan mecanismos para recargar los mantos freáticos, en una década, los problemas se agudizarán en la zona metropolitana de Puebla.
Magnas Ramírez, quien es coordinador del Laboratorio de Ecología y Restauración de Sistemas Acuáticos de la BUAP, explicó que limpiar el agua contaminada no es 100 por ciento viable porque resulta costoso y poco confiable.
Señaló que una alternativa utilizada en Francia para contar con el agua que requiere la población cosiste en convertir el líquido marino en potable; sin embargo, se trata de un proceso lento y la cantidad obtenida es baja.
Las soluciones factibles para garantizar el abastecimiento de agua, tanto en Puebla como en el país, están relacionadas con la captación de agua pluvial para recargar mantos freáticos, reforestar para atraer la lluvia y tecnificar el campo para evitar la evaporación del recurso en cuestión y su infiltración antes de llegar a la zona de cultivo.
Ante la situación que se presenta en Puebla y en el país, el especialista de la máxima casa de estudios del estado propuso la tecnificación de los cultivos, lo que permite aprovechar de mejor manera el agua y reducir su grado de contaminación.
En las áreas de cultivo del municipio de Tecamachalco, Puebla, se podrían colocar barras rompeviento con árboles, para permitir que el agua esté más tiempo en el suelo por el efecto sombra generada, propuso el especialista.
La captación de agua pluvial es otra alternativa porque si se “cosecha” la lluvia, en seis o siete meses, se usaría la red municipal al mínimo y se podría alcanzar una recarga de los acuíferos en el estado.
AFM