El corazón de la serpiente pitón de rápido crecimiento, podría proporcionar información para ayudar a las personas con crecimiento anormal del corazón, según Investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos.
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Las pitones birmanas tienen una respuesta increíble al ayuno y la alimentación. Pueden pasar meses sin comer, y cuando comen, pueden consumir el doble de su masa corporal o más. Sus corazones casi duplican su tamaño en respuesta a tal alimentación, y después de la digestión, la mayor parte de ese tejido nuevo se descompone en un corto periodo de tiempo. El laboratorio de Leslie Leinwand en la Universidad de Colorado Boulder está trabajando para comprender mejor estos cambios dramáticos en los corazones de la pitón, que son relevantes para la ampliación del corazón humano.
La científica Claudia Crocini, becaria postdoctoral en el laboratorio de Leinwand, presentó sus últimas investigaciones en la 63ª Reunión Anual de la Sociedad Biofísica.
Los corazones humanos se agrandan en respuesta al embarazo o al ejercicio crónico, los cuales son procesos normales y saludables. Pero también se agranda en respuesta a la presión arterial alta crónica, o a ciertas enfermedades genéticas, que presentan riesgos para la salud y pueden conducir a insuficiencia cardiaca. Los procesos involucrados en el crecimiento rápido y la reducción de los corazones de las pitones pueden proporcionar información que podría ayudar a los humanos con estas patologías.
Una combinación de ácidos grasos, responsable del agrandamiento del corazón en la pitón
"El laboratorio de Leinwand descubrió previamente que el aumento del tamaño cardiaco de la pitón se debe a una combinación de ácidos grasos en el suero de la pitón. Esa combinación de ácidos grasos fue capaz de inducir hipertrofia en ratones", dice Crocini, y agrega: "Ahora queremos comprender los mecanismos fundamentales del crecimiento del corazón de la pitón a nivel celular y cómo este crecimiento y esa regresión sanos del corazón podrían ayudar a redirigir o hacer retroceder un crecimiento patológico del corazón en los mamíferos".
Pero estudiar pitones no es fácil: no hay mucha información sobre sus genes, y es difícil aislar sus células porque están rodeadas de una gran cantidad de colágeno resistente. "Un corazón de pitón es de 15 a 18 por ciento de colágeno. En un ratón sano, es de un 1 por ciento", agrega Crocini. Pero para entender cómo funcionan los corazones de la pitón a nivel celular y molecular, es crucial aislar sus células.
Crocini desarrolló minuciosamente una técnica, que involucra una enzima para descomponer el colágeno, para aislar células cardiacas de pitón (cardiomiocitos), mientras mantiene su estructura normal. En comparación con las células cardiacas de mamíferos, los cardiomiocitos de pitón exhiben una forma larga y más delgada con un solo núcleo.
Ella y sus colegas también pudieron aislar unidades contráctiles cardiacas individuales del tejido de pitón y medir la tensión y las tasas de activación y relajación de estas unidades. Las unidades contráctiles de pitón son más rápidas, pero generan menos fuerza máxima que las de los humanos. "Ahora tenemos las herramientas para estudiar los cardiomiocitos de pitón individuales y comprender la mecánica del crecimiento cardiaco de la pitón a nivel celular", explica Crocini.
RV/RL