Los zombis ya son comunes en las series, como en 'The Walking Dead' y forman parte del múltiples franquicias de ficción. 'The Last of Us' es una que guarda algunas similitudes con otras, pero toma su inspiración en un hongo que realmente existe y se llama tal cual Cordyceps.
Tras el lanzamiento de la serie 'The Last of Us' para HBO, comenzó la duda sobre dónde fue que tomaron inspiración personas como Neil Druckmann para la creación de este universo, y la respuesta está en el reino de los hongos y su interacción con los animales.
Cordyceps: el hongo que sí existe en la vida real
Según recoge National Geographic, el hongo científicamente llamado Ophiocordyceps unilateralis es altamente propagable y se encuentra principalmente en los bosques tropicales.
Por si fuera poco, ésta es sólo una de sus características, pues, al infectar a las hormigas, logran controlar sus movimientos a través de esporas que penetran el exoesqueleto. Sí, como si fueran 'zombis'.
Conforme va avanzando la infección del hongo, las hormigas comienzan a dejar sus hogares para buscar un clima más húmedo y favorable para el crecimiento del hongo, el cual crece hasta que mueren las infectadas.
Una vez muertas las hormigas, el hongo es expulsado por medio de su cráneo deformado en forma de esporas, las cuales funcionan para seguir propagándose e infectando a una nueva víctima.
Popularmente, se dice que este hongo convierte a las hormigas en 'zombis', pues tiene otro componente más que se asimila o de donde tomaron inspiración para The Last of Us, y es que hay un periodo de incubación donde los infectados parecen aún "normales".
Sin embargo, una de las cuestiones en las que no se asimila es que, en los apocalipsis zombis usualmente se estila que el hecho de la propagación de la enfermedad podría infectar a todos; mientras que en el reino animal, sólo le ocurre con algunas pocas hormigas en una colonia, como una época de resfriado en los humanos. Asimismo, tampoco coincide en que el hongo parece no invadir el cerebro de las hormigas, sino sus sistemas nerviosos y, por tanto, controlan sus músculos y no sus cerebros.
Hasta el momento, se conocen al menos 200 variantes de Cordyceps; sin embargo, no debe cundir el pánico, puesto que se sabe que sólo pueden infectar a unos 10 órdenes diferentes de insectos, entre otros, las arañas; aunque no pueden controlar el comportamiento de todos ellos.
caov