A casi dos años de la pandemia por covid-19 aún no se tiene un medicamento para atender a la población infectada con el virus y con ello evitar el contagio de persona a persona.
Hasta el momento el personal médico de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), las delegaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el ISSSTE y privados atienden la sintomatología del virus con distintos medicamentos.
Para ello, las personas son recetadas, dependiendo del cuadro que presenten y los síntomas que priven principalmente en su cuerpo con analgésicos, antipiréticos y antihistamínicos.
Sin embargo, los medicamentos representan un gasto para los pacientes, quienes tienen la posibilidad de adquirirlos genéricos además de que están los de patente, los cuales tienen un costo económico mayor.
Así el paracetamol tiene un costo de 45 pesos, el ácido acetilsalicílico 95 pesos, ibuprofeno 90 pesos, diclofenaco 110 pesos, naproxeno 170 pesos, metamizol 80 pesos, ketorolaco 115 pesos y la loratadina 180 pesos.
Las pruebas para la detección del covid también representan un gasto para las personas y el valor depende del laboratorio al que acudan para descartar o confirmar que están infectadas con el virus.
La prueba con el valor más económico en la ciudad de Pachuca es de 420 pesos, el costo se eleva dependiendo del lugar y sitios distintos llega a los 600 y 950 pesos, sin embargo, los laboratorios especializados de la capital hidalguense tienen costos que van desde los dos mil 200 pesos hasta los tres mil pesos.
La cuarta ola y el ómicron
De acuerdo con el secretario de Salud estatal, Alejandro Efraín Benítez Herrera, Hidalgo atraviesa ya por la cuarta ola de contagios del covid-19 y la variante que predomina en estos momentos es ómicron con 146 casos en 20 municipios con corte al 12 de enero.
Indicó que los principales grupos de edad que se están viendo afectados son las personas entre 25 y los 29 años de edad, “pero si nosotros ampliamos el grupo etario es el grupo que va de los 20 a los 55 años de edad que es la población económicamente activa”.
Benítez Herrera explicó que los síntomas asociados a la cepa de ómicron son: tos, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolores articulares, dolores musculares, escurrimiento nasal, escalofríos, fiebre y un ataque al estado general.
Enfatizó que la variante de ómicron tiene las características de una gripe o una influenza estacional pero con una mucho mayor transmisibilidad, “además una de las situaciones que ya se ha demostrado es que su afectación no es en el tejido pulmonar sino es más hacia la región nasofaríngea, hacia la región bronquial por eso los principales síntomas son la tos y el dolor de garganta, se está comportando más como una rinofaringitis sin que esto signifique la debemos menospreciar y soslayar”.
Subrayó que ante la aceleración y la presencia muchos casos positivos de covid las personas no deben menospreciar a la variante ómicron, “y digan: ah, es una gripa, en este momento toda manifestación respiratoria, toda manifestación parecida a una gripe es ómicron hasta no demostrar lo contrario”.