“He visto alegría en la batalla, pero también mucho estrés en el personal”

El enfermero del Hospital General de Pachuca fue de los primeros diez del personal de salud en ser inmunizado; luego de las batallas que han tenido que librar en medio de la pandemia, él y sus compañeros ven una luz al final del túnel.

José de Jesús Montiel Vite, enfermero del Hospital General de Pachuca. (Especial)
Alejandro Reyes
Pachuca /

A Jesús lo citaron en el hospital a las 7:30 de la mañana. A las ocho el director del Hospital General de Pachuca dio un breve discurso a médicos, enfermeras y personal de saludsobre lo que estaba a punto de suceder.

Durante el discurso y al dirigirse al área de vacunación vinieron a la mente de Jesús los momentos difíciles por los que ha pasado en el último año: el contagio, sus familiares infectados, los pacientes que ha atendido y los amigos y conocidos que han fallecido.

Fue de los primeros diez en ser vacunado. Estaba nervioso. Sus compañeros también. Aceptó la vacuna desde el primer momento en que le dijeron que recibiría el biológico.

Miércoles por la mañana, minutos después de las ocho, tras ser registrado en una lista le tocó el turno a Jesús en la fila, se sentó en una silla, se llevó la mano derecha al rostro, se persignó y dijo seis palabras: “en el nombre sea de Dios”.

Se descubrió el brazo izquierdo. Llevaba su uniforme quirúrgico, cubrebocas y la identificación del hospital colgada al cuello. El enfermero en turno, tras informarle de las posibles reacciones que podría tener lo inyectó, retiró la jeringa y Jesús recibió la primera dosis de la vacuna contra el covid-19.

Una luz en el camino 

José de Jesús Montiel Vite, de 29 años, originario de Zacualtipán, es enfermero del Hospital General de Pachuca desde hace diez años y está a punto de cumplir diez meses en el Área de Urgencias Covid-19.

Tras los primeros casos de coronavirus en la ciudad de Pachuca, en marzo del 2020, Jesús se integró al área destinada para atender a este tipo de pacientes junto a sus compañeras enfermeras y enfermeros.

-En todo este tiempo que has estado ahí ¿qué has visto en el área covid?

-He visto muchas esperanzas por parte de los pacientes porque todos quieren vivir, he visto sufrimiento porque no es fácil estar en un hospital, he visto alegrías en las batallas que hemos ganado y he visto mucho estrés en el personal.

-¿Qué piensas de que ya se empezó a vacunar a médicos y enfermeras?

-Yo realmente puedo hablar por todos mis compañeros al decir que vemos una esperanza, una luz en el camino, han sido meses muy difíciles para todos nosotros, veo al personal muy cansado, más ahorita que los hospitales están saturados, todo está al tope.

-¿Cómo te sentiste después de la vacuna?

-Yo me sentí con nervios, feliz, me sentí aliviado, contento y con ganas de que ya pasen los días y que me apliquen la otra para generar inmunidad. Ríe.

-¿Y tus compañeros?

-Yo vi a muchos de mis compañeros y todos teníamos nervios también, no creíamos que ya estaba la vacuna.

Equipo no evitó el contagio 

Después de haber ingresado al Área de Urgencias Covid-19, de la cual hoy es el coordinador en el turno matutino del hospital, Jesús se contagió de coronavirus a finales de abril a pesar de utilizar su equipo de seguridad.

Tras ello se aisló en casa, en Mineral de la Reforma, solo. Entonces Jesús supo lo que es tener covid-19, fue presa de dolores de cabeza intensos, mareo, vértigo, fiebre, dolor de cuerpo y ojos.

“Sentía que el piso se movía, creo que lo que más me marcó fueron los mareos que eran insoportables, sí se siente horrible, batallé bastante, obviamente también tuve tratamiento médico, todo me lo proporcionaron en el hospital”, cuenta el enfermero.

En los momentos en que los dolores fueron más intensos y llegó a sentirse muy mal Jesús habló por teléfono con sus padres para concientizarlos que si algo le llegaba a pasar debían ser fuertes.

-¿Pensaste que ibas a morir?

-Sí, muchos días pensé que iba a morir.

-¿Tú crees en Dios?

-Sí, yo creo en Dios.

Vacuna para la pesadilla 

Tras haberse contagiado y después superado la enfermedad luego de 20 días de aislamiento Jesús volvió al hospital, un mes más tarde se reincorporó al área de covid-19, hoy se tienen tres espacios más para atender a los pacientes con coronavirus.

“Yo realmente entiendo bastante a los pacientes, me identifico mucho con ellos porque ves la desesperación que se siente, sé el miedo que siente uno, sé la angustia y valoras la vida más que nada”.

Jesús recuerda a su primer paciente de covid-19 en el hospital, un hombre que estuvo intubado, enfermó de gravedad y se recuperó, también recuerda su primer muerto, un hombre intubado al que el virus le arrancó la vida.

-¿Qué sientes cuando atiendes a un paciente y se recupera?

-Nos sentimos la verdad muy orgullosos entre nosotros, muy alegres por ellos, por sus familiares.

-¿Y qué sientes cuando alguien desafortunadamente muere?

Tristeza la verdad, me siento incluso mal hasta con los familiares porque es muy difícil dar una noticia así, es muy difícil decirle a un familiar que su paciente perdió la batalla.

Jesús fue uno de los nueve mil 750 enfermeros, médicos, doctoras y enfermeras de la primera línea de atención a la pandemia que recibieron la vacuna Pfizer contra el covid-19 en 16 hospitales de Hidalgo en una primera dosis.

“Yo espero que la vacuna pronto llegue a la población porque queremos que esto termine, lo sentimos como una pesadilla”

-¿Por qué?

-Adentro de los hospitales se vive como si fuera una guerra, jamás nos imaginamos tanta muerte, ves tantos pacientes sufrir y lo que más quiere uno es ayudarlos.

Al salir de casa hacia el hospital Jesús se persigna. Al llegar, antes de bajar de su auto con la mano derecha toca el rosario que cuelga en él y se persigna.

-¿Qué piensas cuando te persignas?

-Le pido a Dios que me proteja.

LAS MÁS VISTAS