La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció que el SARS-CoV2 tardará varios años en convertirse en un virus endémico y, por el contrario, seguirá causando brotes infecciosos aún en países con altas tasas de cobertura de vacunas como Rusia, Chile, Uruguay y algunas naciones de Europa.
“No se pueden definir etapas bien delimitadas de la evolución de esta pandemia. La característica principal de esta pandemia sigue siendo la incertidumbre en su evolución y eso debería instarnos a tener mucha cautela.
“Si bien es posible que finalmente el virus del SARS-CoV2 se haga, entre comillas endémico, pensamos que tomará varios años. En el tiempo esperamos observar nuevos brotes amplios, mismos donde ya se hayan logrado altas coberturas de vacunación", indicó Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para covid-19 de la OPS.
De hecho, abundó, es lo que está pasando en varios países de Europa del oeste y lo cual debe de ser una advertencia para el resto del mundo. Además, "se observan repuntes importantes, a pesar de coberturas de vacunación superiores al 70 por ciento y donde ya no se pensaban necesarias las medidas de salud pública de distanciamiento social".
“Eso, de hecho, es esperado porque la función principal de la vacunación, como lo hemos explicado varias veces, es reducir la enfermedad grave y las muertes. Es lo que está pasando. No (se detiene) la transmisión.
“Tampoco existe una definición establecida de qué sería un covid-19 endémico. Endémico significa simplemente la presencia continua de una enfermedad en una población o área, quizás con una carga constante en el tiempo", dijo.
Existen otros virus respiratorios de importancia en salud pública, explicó, como el de la influenza que se volvieron endémicos con la llegada del invierno en algunas zonas y que resulta difícil de interpretar su presencia en lugares tropicales.
Por ello, las medidas de salud pública de distanciamiento social, uso de cubrebocas, mascarilla, siguen siendo importantes y, estas deben modularse con base a la evolución epidemiológica “que, insisto, sigue siendo muy incierta”, aclaró.
“Hemos visto una nueva ola de contagios en Europa, Rusia y otros países. Hay países con alta cobertura vacunal y con baja cobertura igualmente afectados”, comentó.
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En los países con muy baja cobertura, de oscila en el 30, 35 y 40 por ciento, están experimentando un aumento en el número de casos, probablemente, por la diseminación de la variante Delta.
“Hemos visto en países como Alemania y en países bajos un aumento en el número de casos, probablemente debido a que han logrado un 60% o 65% de cobertura, mismas que se han visto afectadas por las campañas anti-vacunación o ya sea por reticencia vacunal. Entonces, no está aumentando el número de personas protegidas y en eso creo debe centrarse la conversación real.
“Más que hablar de los refuerzos, es preciso que los ministerios de salud puedan dar otra información sobre medidas para alcanzar una cobertura vacunal mayor”.
El tener un 60 por ciento de la población vacunada y un 40 por ciento de personas no vacunadas, no protegidas, pueden ser la fuente de los nuevos casos que están aumentando.
“Eso es lo que hemos visto en la mayoría de los países desarrollados en este momento. Una nueva ola entre las personas no protegidas, entre las personas que no están vacunadas que no tuvieron esquemas de vacunación completos, solamente recibieron una dosis, por ejemplo”.
En los países donde la cobertura de vacunación sigue siendo baja o heterogénea, y hay un riesgo importante de alta tasa de enfermedad grave y de mortalidad.
Para el especialista lo único que queda claro hasta el momento es que el SARS-CoV2 es ”un solo virus que tiene alrededor de 30 su linajes”.
En el caso de América se ha detectado la variante Delta y alrededor de ocho colinajes que están circulando en diversos países.
El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha detectado que el virus y sus variantes de preocupación, entre estas Delta, escapen a la protección de las vacunas aprobadas. Tampoco ha encontrado evidencia de que sean diferentes, más agresivos o mortales.