En el peor de los escenarios, la Secretaría de Salud calculaba que con la pandemia se iban a perder 1,543 vidas en Tamaulipas, pero al día de hoy ya suman 8 mil 639 víctimas mortales del covid-19, casi un 460% más de los decesos previstos.
Se cumplen cuatro años de la llegada del coronavirus y el confinamiento domiciliario que trajo cambios radicales en la sociedad. La enfermedad dejó de ser una emergencia sanitaria, pero sigue presente en menor medida, y en 2024 tres personas vulnerables han perdido la batalla.
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El Informe Integral de Covid-19 en México, emitido por la Secretaría de Salud del gobierno federal, precisó que en la entidad suman 8 mil 636 defunciones por esta causa al 31 de diciembre del año pasado, de manera que con el registro de 2024, se tiene un acumulado de 8 mil 639 muertes confirmadas y 241 sospechosas.
Una cifra muy lejana a la estimada por la entonces secretaria de Salud en el estado, Gloria Molina Gamboa, cuando en una conferencia de prensa hizo un llamado desesperado a no perder la última oportunidad para cortar la transmisión local, una etapa crucial y definitiva.
Sostuvo que “en el peor de los casos”, 1,543 tamaulipecos iban a fallecer, pero pidió a la población cerrar filas para no llegar a ese escenario. “No vamos a tener otra oportunidad para evitar un escenario complicado, es el momento de quedarse en casa”, insistió.
Cabe señalar que diez entidades concentran el 63% de las defunciones acumuladas en el país: Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Puebla, Nuevo León, Guanajuato, Baja California, Sonora y Chihuahua.
28 menores entre las víctimas
En Tamaulipas, de los 8 mil 639 pacientes que murieron por el virus entre la semana 10 del 2020 y 52 del 2023, un total de 28 eran menores de 18 años de edad, detalla el reporte de la Secretaría de Salud. Subraya que la pandemia tuvo seis olas, de acuerdo con su comportamiento clínico y epidemiológico, siendo la variante ómicron la predominante, por la rapidez de su transmisión.
“La segunda ola fue la más severa en comparación con el resto y la disminución gradual fue notoria al paso del tiempo, esto en parte por el efecto de la vacunación”, se expresa en el documento de Salud.
El 'puente' del que no volvieron
El jueves 12 de marzo de 2020, los estudiantes salieron de “puente” por el festivo del Día del Natalicio de Benito Juárez, cuyo asueto se adelantaría al 16 del mismo mes, pero ya no regresaron ese año a las aulas.
El gobierno estatal dispuso que se mantuvieran resguardados en sus hogares y continuaran su educación en línea después de extenderse las vacaciones de Semana Santa; el problema fue que miles de alumnos carecían de computadora e internet en sus hogares.
La segunda quincena de marzo fue histórica en el calendario pandémico. El 20 de ese mes se confirmó el primer paciente infectado: un hombre originario de Malasia, empleado de una compañía trasnacional en Altamira. La Secretaría de Salud, pidió entonces a la población no entrar en pánico.
Por siete meses se prohibió el acceso a playa Miramar para evitar contagios, un cierre sin precedente que golpeó a la industria turística, uno de los pilares que sostienen la economía del sur del estado.
La población se quedó en casa, donde se refugiaron especialmente adultos mayores, diabéticos e hipertensos, al observarse que eran los más vulnerables a presentar complicaciones y fallecer, en caso de adquirir el virus. Se ordenó cerrar negocios no esenciales y empezó el home office en empresas y gobierno.
En el puerto se suspendió la feria y todo tipo de eventos. Blindaron accesos al centro de Tampico, Madero y Altamira; cerraron iglesias, cines, salones de eventos, centros comerciales, tiendas departamentales y hasta de autoservicio.
Se evitó el ingreso a parques y sitios turísticos, mientras en el aeropuerto se suspendieron vuelos. Prohibieron fiestas, hubo ley seca, recortaron horarios al transporte público, se activó un doble hoy no circula y se limitó el servicio de restaurantes.
Todo ello condujo a una crisis económica sin precedente, generada por el cierre de empresas y el desempleo. Hambre y pobreza se acentuaron, en medio de un encierro domiciliario que trajo a la población problemas de salud mental, violencia familiar y divorcios.
El 5 de mayo de 2023, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, declaró el fin de la emergencia sanitaria internacional, y México hizo lo propio cuatro días después, mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, donde declaró terminada la acción extraordinaria en materia de salubridad.
SJHN