La falta de deseo sexual o reducción de la libido es uno de los síntomas del denominado Long Covid o covid persistente, de acuerdo con una reciente investigación publicada en la revista Nature.
En el estudio Long COVID: major findings, mechanisms and recommendations, las secuelas por el SARS-CoV2 afecta al menos 10 por ciento de quienes padecieron esta infección y ocasiona más de 200 síntomas que impactan a muchos órganos, incluyendo los sexuales.
Entre los cambios fisiopatológicos se encuentran disfunción eréctil y cambios en el periodo menstrual (irregular, aumento de síntoma premenstruales y menstruación infrecuente), factores vinculados a los desequilibrios hormonales que inciden, además, en la reducción del deseo sexual.
“Se estima que 65 millones de personas en todo el mundo tienen covid prolongado y los casos aumentan diariamente”, indicaron.
En México, al menos 10 millones de personas podrían presentar esa disfunción sexual por secuelas del covid-19, así como por estrés, edad y cambios hormonales que reducen el apetito sexual.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por ejemplo, se analizan los reportes de anorgasmia, es decir, ausencia de orgasmos, de reducción de la libido entre los pacientes. Se trata de un sector que antes refería haber tenido una vida sexual activa y en la actualidad cursan con falta de deseo y de sensación placentera.
Los expertos están identificando si se trata de un trastorno orgánico o psiquiátrico, ya sea por depresión o por haber padecido la enfermedad que, al causar complicaciones neurológicas, afecta el sistema nervioso central, es decir, el sistema vascular y las neuropatías periféricas se ven afectadas en sus terminaciones nerviosas; entre estos, de los órganos sexuales.
“Los nervios pudendos son los que inervan toda el área genital y si hay alguna neuropatía periférica obviamente que no va a haber ni sensación ni se tendrán todas las sensaciones normales de placer”, explicó Esmeralda Bastidas Valenzuela, experta en medicina regenerativa y directora fundadora de Neoclinic.
La especialista explicó que existen diversas investigaciones que ya dimensionan el problema de la falta de deseo sexual.
El estudio Trastorno de deseo sexual hipoactivo femenino y masculino, publicado en la revista Sexología y Sociedad, dijo, destacó que “la prevalencia de problemas sexuales, particularmente los relacionados con el deseo, es alto en mujeres con edad de 44 a 65 años, en muchos casos secundario a problemas de lubricación por la caída de los estrógenos”.
Otro estudio, titulado Prevalencia del deseo sexual inhibido en mujeres en edad fértil y factores relacionados, publicado por la revista Ciencia y Enfermería de la Universidad de Concepción, Chile, muestra que 34.9 por ciento de las mujeres presenta, en algún grado, inhibición del deseo sexual.
Incluso, existe un estudio publicado en la revista Journal of Sexual Medicine llevada a cabo mediante entrevistas realizadas a través de internet a 5 mil 255 hombres heterosexuales de Portugal, Croacia y Noruega, el cual reveló que el 14.4 por ciento de los encuestados mostró una reducción de deseo sexual, y las principales razones fueron el cansancio y el estrés laboral.
“Ya estamos cerca del 14 de febrero y muchas parejas gustan celebrar este día con encuentros muy románticos. No obstante, para muchas personas esta fecha puede ser un recordatorio de un problema persistente, como la falta de deseo sexual”, dijo.
Existen diversas intervenciones dirigidas a hombres y mujeres para recuperar o gozar de su derecho a la sexualidad.
Una solución es el Neochip. “Afortunadamente, hay una solución natural para incrementar el deseo sexual vinculado a estos desequilibrios. Se trata de un chip de reemplazo hormonal elaborado con hormonas bioidénticas a las humanas, como los estrógenos, progesterona, testosterona y la dehidroepiandrosterona (DHEA)”, señaló.
La también miembro de la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular (SENMO) detalló que las hormonas bioidénticas generalmente se utilizan para tratar padecimientos como la menopausia, andropausia, hipotiroidismo, síndrome premenstrual, eyaculación precoz, impotencia, colesterol alto, control de peso, diabetes, trastornos vinculados con desequilibrios hormonales, que a su vez reducen el deseo sexual.
“Neochip ayuda también a tener un envejecimiento exitoso sin la curva de decadencia, característica de las mujeres en la menopausia y en los hombres en la andropausia”, dijo.
¿Cómo se coloca el Neochip?
Tras la consulta con el médico especialista se determina la dosis requerida por cada paciente y con base en eso se define el chip más indicado.
“El Neochip, del tamaño de un pequeño grano de arroz, se implanta subcutáneamente a través de una pequeña incisión a la altura del glúteo. Es imperceptible a simple vista y al tacto. Una vez implantado se van liberando lentamente las hormonas. La liberación dura entre cuatro y seis meses”, puntualizó Bastidas, también miembro de la American Academy of Anty Anging Medicine (A4M).
El Neochip puede aplicarse a partir de los 35 años, “cuando la producción de hormonas se reduce drásticamente, generando un desequilibrio generalizado, al cual se suma, hoy en día, el Long covid”.
Bastidas, pionera en rehabilitación celular en el noroeste de México, aseguró que al ser un chip de liberación hormonal su efecto no sólo se observa en el apetito y energía sexual, también tiene otros efectos positivos, tanto en hombres como en mujeres, entre los que destacan el equilibrio del metabolismo, mejora el estado de ánimo y la concentración, además de que incrementa la energía física y sexual.
También, ayuda al aumento el apetito, la resistencia sexual, reduce la ansiedad, el estrés y la irritabilidad, favorece la hidratación y disminuye los dolores de cabeza.
“Hoy tanto hombres como mujeres cuentan con un aliado para mantener una vida sexual activa y satisfactoria la mayor parte de su vida”, destacó Esmeralda Bastidas Valenzuela.
Daños
Una teoría señala que el covid-19 afecta a los testículos. “Esto podría traducirse en una disfunción eréctil. Sumemos a esto que muchos enfermos de covid-19 tienen enfermedades pulmonares”, advirtió la especialista.
“La neumonía vírica altera la oxigenación de la sangre, lo cual puede ser motivo de disfunción eréctil. Por si fuera poco, los daños neurológicos, como por ejemplo el que motiva la pérdida del gusto, provoca neuropatías que se dan en la disfunción. Y, para rematar, hay una teoría que dice que el coronavirus afecta a los testículos”, de acuerdo con expertos.
De esta forma, se podrían ver afectados los cuerpos cavernosos, ya que la enfermedad provoca afección neurológica que afecta el tejido eréctil, entre ellos, a los del pene.
LP