La Ciudad de México parecía comenzar a replicar la “psicosis” que París vivió tras la presencia de chinches de cama. Y es que, en las últimas semanas se desataron rumores de la supuesta presencia de estos animales chupasangre en el transporte público y hasta en salones de clases de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ante la escalada de presuntos reportes de estos insectos la Secretaría de Salud capitalina (Sedesa) emitió un comunicado en el que descartó una alerta sanitaria, asegurando que la plaga no constituyen un riesgo ni transmite enfermedades infecciosas.
Sin embargo, los videos y publicaciones en redes sociales relacionadas con las chinches despertaron alerta en la población y abrieron la pregunta de qué hacer si estos insectos aparecen en casa.
¿La fumigación no es la mejor opción?
Para el Médico Internista Infectólogo, Alejandro Macías, en el caso hipotético de que se tenga una infestación de chinches las fumigaciones y aplicación de plaguicidas están lejos de ser la solución.
“Las chinches van a tener un ciclo, aunque tú fumigues y arrojes insecticidas, no se van a morir”, asegura el experto en un video compartido en su cuenta de Youtube.
Esto debido, principalmente, a la resistencia que estos animales han desarrollado respecto a ciertas sustancias. En este sentido, el especialista señala que el primer paso para erradicarlas es conocer su ciclo de vida y localizarlas.
Una vez ubicadas se pueden esparcir insecticidas directamente en la zona. Sin embargo, el método más eficaz y que presenta mejores resultados es el de aplicar vapor a una plancha vertical. Así, a partir de estos artefactos se aplica calor en la zona lo que provoca la inminente muerte de las chinches, ya que no soportan las altas temperaturas.
“No creas que lo vas a lograr a la primera, hay que hacer una labor constante, tienes que estar checando que ya no estén y vas a tener que trabajar en eso el tiempo que sea necesario: pueden ser semanas, pueden ser meses”, asegura el especialista.
Qué no cunda el pánico
Para el Dr. Alejandro, lo que se vive en la capital del país (más allá de una infestación de chinches) es una psicosis colectiva, pues asegura que es poco probable que las chinches se propaguen en el transporte público o en instalaciones educativas.
“Es muy poco probable que te la lleves a casa, porque la chinche generalmente come y se devuelve (a su escondite) y si te la llevas es poco probable que haga una colonia en casa”, reiteró el experto.
A la par recordó que si bien estos insectos son muy molestos, no representan un peligro a la salud pública, pues no transmiten enfermedades, por lo que resulta de vital importancia no confundirlas con las chinches besuconas (vector de la enfermedad de Chagas) y las garrapatas (vector de la Rickettsia).