Con el incremento en las temperaturas en la región, aumenta también la demanda de agua en Torreón, por lo que las expendedoras de agua purificada son de los negocios a los que más se recurre para llenar sus garrafones.
En Torreón se tienen registradas poco más de 200 expendedoras de agua purificada, de acuerdo al padrón de Regulación Sanitaria Número 6, de las cuales, a la fecha, han sido clausuradas 4 de ellas.
José Luna Riojas, coordinador de Regulación y Fomento Sanitario, señala que los operativos que lleva a cabo la dependencia son permanentes, con el objetivo de constatar que los establecimientos cumplan con los requisitos que establece la Norma Oficial de Salud. Debido a que recientemente se presentaron algunos casos de hepatitis al suroriente de la ciudad, se empezó a trabajar en dicho sector con la verificación de las máquinas expendedoras de agua y descartar algún riesgo en la salud de los habitantes.
“La responsabilidad de la limpieza de los garrafones, las condiciones en que los llevan, es del consumidor, de nada sirve que la máquina entregue un producto de calidad o que cumpla con lo que se está ofertando si el garrafón va en malas condiciones”.
¿Qué se verifica?
La verificación consiste en realizar un monitoreo de la calidad del agua, para determinar si realmente es purificada, se revisan las condiciones físico sanitarias del establecimiento y se solicita las bitácoras de mantenimiento, así como los análisis realizados periódicamente.
Muchas de las veces los tanques se surten de la red, por lo que se verifica que vaya con cloro, sin embargo también son transportados por pipas debido a que no existe la presión necesaria para el llenado o es más fácil llevar el agua y llenar los contenedores.
Explica que los contenedores deben contar con bitácoras de aseo, mantenimiento de saneamiento, el equipo de filtración debe contar con un registro de mantenimiento y cambio de filtros, ya que tienen una vida útil, lo cual se tiene que acreditar.
Monitoreo de calidad del agua purificada
De igual manera, el personal que realiza el mantenimiento de las máquinas, debe contar con su tarjeta de control sanitario y el área debe estar libre de basura y de fauna nociva.
“La parte medular, es que nos acrediten que lo que están vendiendo es agua purificada y cómo lo van hacer, con resultados de manera periódica a bacteriológicos que están realizando a su producto”.
En lo que respecta a los permisos para el funcionamiento de este tipo de máquinas, dijo, existe un acuerdo con el municipio, que son los encargados de otorgar la licencia de funcionamiento, lo que permite estar de manera coordinada con el número de establecimientos.
¿Cuál es la sanción?
Las sanciones por incumplimiento, dependen de las irregularidades detectadas, mismas que pueden ir de los 5 mil a los 25 mil pesos.
Y La Laguna de Durango, sin sanciones
En la Laguna de Durango se cuenta con un padrón de 220 expendedoras de agua purificada, algunas de ellas también dedicadas al reparto de producto envasado, sin que a la fecha se tenga registro de clausura o sanciones.
Jesús Rentería Maldonado, titular de la oficina regional de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised), manifiesta que es durante la temporada de calor cuando se intensifican las acciones de verificación a este tipo de establecimientos debido al aumento en la demanda del vital líquido.
En la Coprised se cuenta con un verificador dedicado al proyecto de agua, quien es el encargado de verificar lo que corresponde a expendedoras de agua, albercas, Sistemas operadores de agua de los municipios, entre otros.
Dichas expendedoras funcionan con plantas de osmosis inversa, por lo que en la verificación se supervisa que se cuente con bitácora de cambio de membranas, así como la higiene, tanto al interior como al exterior.
Menciona que existen algunas despachadoras que adquieren el agua de las compañías grandes y sólo acuden a depositarla a los tanques, producto que también es verificado por la dependencia. La revisión a las plantas despachadoras de agua purificada, dijo, se realizan por lo menos dos veces al año, con el objetivo de garantizar un producto de buena calidad para los ciudadanos.
Sanciones y permisos
En su mayoría existe un cumplimiento por parte de los establecimientos, por lo que no se cuenta con registro de sanciones ni clausuras, pues antes se hacen las observaciones en caso de que haya algo que corregir y se les da determinado tiempo para su cumplimiento.
Cuando se llega a una sanción, indicó, es debido a que se hizo caso omiso de las recomendaciones, es ahí en donde se pueden hacer acreedores a multas que van de los 4 mil hasta los 150 mil pesos. En lo que corresponde a los permisos para la apertura de este tipo de expendedoras, se inicia con la descarga del aviso de funcionamiento a través de la página de Cofepris y posteriormente se debe cumplir con determinados requisitos, entre ellos estar dado de alta en Hacienda, domicilio fiscal, línea del representante legal o del propietario.
Jurisdicción: vigilancia sanitaria es permanente
De manera permanente se llevan a cabo operativos para verificar las condiciones del agua, tanto de las norias, tomas de agua, así como de las empresas dedicadas al llenado de garrafones, de las cuales se toman muestras y se envían a laboratorios de la ciudad de Saltillo.
El objetivo es garantizar la calidad del agua y que la ciudadanía tenga la confianza de que está consumiendo agua de buena calidad, aseguró el Jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número VI, César del Bosque Garza.
Es en las colonias del suroriente en donde se han reforzado las acciones, en donde se han verificado las máquinas expendedoras, así como bebederos de escuelas y tinacos, en donde a la fecha no se ha encontrado alguna irregularidad que pudiera poner en riesgo la salud de los habitantes. Para evitar alguna situación de salud en el consumo de agua, personal de la Jurisdicción Sanitaria lleva a cabo pláticas en las colonias e instituciones educativas, con el objetivo de que se implementen medidas preventivas de higiene.
“Independientemente de las condiciones de aseo, el agua no está contaminada, nosotros seguimos buscando en los expendedores de agua y en todos los puntos que pueden ser neurálgicos de alguna enfermedad”.
Expuso que en los casos de hepatitis A que se han registrado, también se han realizado muestras de agua en las expendedoras, con la intención de descartar que pueda ser en el vital líquido la causa, sin que a la fecha se haya detectado alguna irregularidad.
“La gente ha estado atenta a las medidas de higiene, son pocos los casos de hepatitis los que han aparecido, hay varios casos en estudio, pero positivos hasta ahorita van los 45 que son en diferentes colonias del sur”.
Inspecciones minuciosas
Expuso que las inspecciones que se hacen en las máquinas expendedoras, son minuciosas y se está en comunicación con los propietarios. Cuando se detecta alguna anomalía en este tipo de establecimientos, se hace un apercibimiento, se sanciona y se le otorgan algunos días al dueño para el cumplimiento, por lo que nuevamente se acude a verificar y en caso de no cumplir se clausura.
EGO