Las nubes se forman tan rápido como se deshacen, estos espejos del cielo que cambian constantemente y asumen cualquier forma, son también navegantes que nos traen mensajes sobre el clima ya que juegan un papel crucial en la predicción (a corto plazo) del tiempo.
Ya lo decía la poeta Wislawa Szymborska, es propio de las nubes nunca repetirse. Esta agua condensada en el cielo puede adquirir una infinidad de formas y matices, especialmente cuando las condiciones climáticas las agrupan o desordenan.
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¿Qué son?
Su formación se da cuando, por algún mecanismo, el aire húmedo sube y se enfría hasta condensarse. Los principales ingredientes de una nube además de vapor, son gotitas de agua y/o cristales de hielo que quedan suspendidos en el aire.
¿Qué nube es?
Para averiguar si una nube es señal de una tormenta primero hay que identificarlas, sin embargo, al ser tan diversas hay muchas clasificaciones, ya sea por la forma que adoptan, la altura a la que se encuentran o incluso su movilidad, según explica el Atlas Internacional de Nubes de la Organización Meteorológica Mundial.
En el caso de la predicción del clima, puede resultar de utilidad identificarlas por género, ya que algunos de ellos anuncia la llegada de lluvias y tormentas.
Velo blanco en el cielo o cirrus
Son de aspecto fino, blanco y difuso, como si se estuvieran borrando o deshebrando en el cielo. Suelen encontrarse a gran altura y formar una especie de velo. Cuando hay muchas de estas nubes en el cielo puede ser una señal de que el clima está a punto de cambiar. Esto debido a que indican:
- Que en sistema frontal se acerca, es decir, un límite entre dos masas de aire de diferentes temperaturas. Cuando un sistema frontal llega, puede traer cambios como lluvia o viento.
- Hay una perturbación en las capas altas, lo que significa que hay algún tipo de cambio o alteración en la atmósfera superior que podría afectar el clima.
- Son restos de una tormenta, ya que después de que llueve intensamente a veces quedan este tipo de nubes.
- Las nubes cirros y cirroestratos (otro tipo de nubes altas) a menudo se ven cuando hay huracanes o tifones.
Cielo aborregado o altocúmulos
Las altocumulus son muy famosas, aunque son más conocidas por la forma en que se ven en el cielo: como si hubiera muchos borregos blanco o grises, ordenados en las alturas.
Estas nubes son lo suficientemente gruesas como para crear sus propias sombras, y tienen una apariencia parecida a las torundas de algodón (a veces juntas, a veces separadas), pues se ven como pequeñas piezas guijarros en fila.
Si estas nubecillas están dispersas es buena señal, pues indican que probablemente no lloverá. Sin embargo, si comienzan a cambiar de tamaño y se mezclan con otro tipo de nubes ocultando el color azul del cielo, es probable que el clima cambie y llegue un aguacero.
Manto gris o altostratus
Parecen una capa o manto de color grisáceo o azulado. Pueden tener un aspecto estriado (como si tuvieran rayas), fibroso (como si estuvieran hechas de hilos). Estas nubes pueden cubrir todo el cielo o solo una parte de él.
Pese a su grosor, algunas partes de estas nubes son lo suficientemente delgadas como para ver el sol a través de ellas, son como una especie de vidrio polarizado.
Su presencia en el cielo puede indicar la llegada de precipitaciones, aunque suelen ser leves y continuas.
Las nubes que parecen neblina
Las stratus se forman muy cerca del suelo y parecen una capa uniforme de color gris de la que puede caer llovizna, nieve de forma muy ligera.
Suelen aparecer principalmente por la mañana sobre zonas montañosas dando la impresión de que se trata de niebla o neblina. Estas nubes son capaces de producir precipitaciones, pero suelen ser muy finas.
Las que a veces llegan con nieve (nimbostratus)
Su apariencia suele ser difusa debido a la lluvia o la nieve que cae de ellas de manera más o menos constante. Sin embargo, estas nubes son tan gruesas que, en la mayoría de los casos, la lluvia o la nieve que cae de ellas llega hasta el suelo. Las nimbostratus pueden producir precipitaciones de manera intermitente y en algunas ocasiones intensa.
Cumulus
Blanca, brillantes, aisladas y densas, estas nubes crecen hacia arriba y tienen una apariencia grumosa, similar a la de una palomita de maíz.
La base de las nubes cumulus es casi siempre horizontal y tiende a ser más oscura que la parte superior. Estas nubes son muy comunes cuando hay buen tiempo, sin embargo, en algunas ocasiones pueden llegar a producir aguaceros (es decir lluvias breves e intensas).
Las famosas cumulonimbos
Son muy densas y poderosas. Se elevan muy alto en el cielo, por lo que pueden parecer montañas o torres espumosas. La parte superior usualmente es lisa, con una apariencia fibrosa o estriada, con una forma similar a la de un penacho.
Las Cumulonimbus están formadas por gotas de agua, cristales de hielo, gotas de agua sumamente frías, nieve y granizo y están detrás de tormentas y tornados. El aire que las rodea es irregular o caótico, por lo que los aviones suelen evitar volar cerca de ellas.
LHM