Desde golosinas hasta placeres navideños, los dulces juegan un papel importante en la cultura estadounidense y su consumo aumenta en torno al Día de San Valentín, Halloween, Semana Santa y Navidad.
De acuerdo con la especialista Rahel Mathews, de la Universidad Estatal de Mississippi, el estadounidense promedio consume casi 3.7 kilogramos de dulces al año, y los niños comen aún más q.
En un día normal, una de de cada cuatro personas come al menos un dulce, pero la especialista y dietista aconseja consumirlos con moderación.
La recomendación publicada en The Conversation dice que en las distintas etapas de la vida se necesitan alimentos para tener suficiente energía, mantener huesos y músculos fuertes, y ayudar a combatir infecciones.
Las frutas, verduras, granos, productos lácteos y nueces contienen azúcares naturales para obtener energía que son mejores para la salud. Éstos alimentos también proporcionan nutrientes, como hierro y vitamina C que el cuerpo necesita para mantener una buena salud.
¿Qué pasa cuando comes demasiados dulces?
Si bien los azúcares en los dulces proporcionan muchas calorías para obtener energía, el cuerpo no se beneficia de esas “calorías vacías”, según Mathews.
De hecho, el cuerpo no los necesita en absoluto. Los azúcares que no brindan beneficios para la salud se denominan azúcares agregados.
Comer demasiados dulces, beber demasiadas bebidas azucaradas y consumir otras fuentes de azúcar agregada puede generar cansancio en el corto plazo.
Y si se ingiere demasiada azúcar todo el tiempo, aumentará el riesgo de tener problemas de salud como diabetes o enfermedades cardíacas.
Los dulces también pueden dañar los dientes, aumentando las posibilidades de que tener caries.
evr