Una carta de amor meteorológica podría estar escribiéndose en el mar: la presencia de cuatro ciclones tropicales en el océano Pacífico, cerca de las costas mexicanas, tienen el potencial para dar lugar al Efecto Fujiwhara, un fenómeno poco común.
De acuerdo con el meteorólogo Daniel Pretelín, algunos modelos meteorológicos indican que la circulación de la tormenta tropical Emilia podría cruzarse en el camino de la tormenta Fabio entre las 48 y 60 horas.
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En caso de que se cumpla el pronóstico, ambos inevitablemente terminan interactuando ¿qué pasará cuando se encuentren?
¿Qué es el efecto Fujiwhara en el Pacífico?
No es raro que se formen varios ciclones al mismo tiempo y en las mismas aguas. Un ejemplo reciente de ello fue lo que ocurrió con Beryl en el océano Atlántico, luego de impactar en las Islas de Barlovento siguió su camino, detrás de él se fue formando otra tormenta.
Actualmente, tanto el Servicio Metrológico Nacional mexicano (SMN) como el Centro Nacional de Huracanes de Estado Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) se encuentran monitoreando cuatro perturbaciones en el océano Pacifico, en donde, según el meteorólogo de Multimedios, Nelson Valdez, es más usual que se formen ciclones múltiples al mismo tiempo.
Las tormentas en vigilancia son Carlotta, Daniel, Emilia y Fabio, todas ubicadas bien en alta mar de la costa de México, por lo que no representan un peligro para el territorio, puesto que además, sus avances se mantienen océano adentro.
Cada uno de estos ciclones tiene su zona de influencia, es decir, afecta su propia región sin perturbar al otro, debido a que tiene suficiente espacio para coexistir el mar. Sin embargo, puede que conforme avanzan se aproximen e influyan en su trayectoria.
Se prevé que esto ocurra con Emilia y Fabio en las próximas horas. Por su parte, un poco más al oeste, Carlota y Daniel también podrían acercarse.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) explica que cuando los ciclones giran en la misma dirección y pasan lo suficientemente cerca uno del otro, comienzan una intensa danza alrededor de su centro común, a esto se le conoce como efecto Fujiwhara.
En caso de que Emilia y Fabio sean dos tormentas con fuerzas similares pueden gravitar una hacia la otra hasta alcanzar un punto común, es ahí cuando se fusionan. Sin embargo, también se abre la posibilidad de que simplemente giren una alrededor de la otra durante un tiempo antes de dispararse por su propia trayectoria.
De acuerodo con la NOAA, hay ocasiones en las que el efecto es aditivo, es decir, los ciclones se juntan, dando como resultado una tormenta más grande en lugar de dos más pequeñas, no obstante, son casos muy raros.
En otras circunstancias, cuando una tormenta es mucho más fuerte que la otra, la más pequeña lo orbitará y finalmente chocará contra su vórtice para ser absorbida (lo mismo ocurre con los huracanes).
Algunos ejemplos de cuando dos ciclones bailan
A diferencia del Golfo de México, que conecta con el océano Atlántico, en la región del Pacifico, el baile de dos huracanes es más común.
Ejemplos de este fenómeno hay varios, uno de ellos fue documentado por la NASA: se trata del encuentro entre Hilary e Irwin que se formaron en el mar casi de forma paralela en 2017.
Ambos viajaron tan cerca el uno del otro que comenzaron a danzar. Al ser Hilary el huracán más grande, este terminó por 'llevar' a su compañero de baile. Los metrólogos tenían previsto que ambos se fusionaran, sin embargo, esto no ocurrió, ya que Hilary se desplazó a una región con aguas más frías restando fuerza.
En el Atlántico también se han llegado a presentar condiciones similares a las que actualmente experimenta el Pacífico, con cuatro ciclones activos: en 1995 se formaron cuatro ondas tropicales.
Las tormentas recibieron el nombre de Humberto, Iris, Karen y Luis. La tormenta tropical Iris estuvo fuertemente influenciada por la formación de Humberto antes de ella, y Karen después de ella. La tormenta tropical Iris atravesó las islas del noreste del Caribe a fines de agosto y produjo fuertes lluvias locales e inundaciones según informes de la NOAA.
En su camino, Iris logró absorber a Karen el 3 de septiembre de 1995.
LHM