Las crecientes temperaturas que asilan al medio ambiente durante esta época del año, traen consigo riesgos para la salud. Por lo cual, la doctora Claudia Akimi Takana compartió para Milenio cuáles son las enfermedades más comunes a las que podemos enfrentarnos y cómo evitarlas.
De primera mano señaló que el calor propicia ampliamente el desarrollo de microorganismos en los alimentos que consumimos y provoca la pérdida de líquidos en el cuerpo, lo que puede llevar a una significativa deshidratación.
Los alimentos se descomponen más rápido, y si no se tiene una adecuada educación sanitaria para elaborarlos, existe mayor riesgo de que se contaminen. Además de que se consume más agua, la cual no siempre está limpia y contiene bacterias, como algunas aguas frescas que se comercializan.
“Los alimentos que fácilmente se pueden contaminar o echar a perder son los alimentos elaborados con productos de origen proteínico, hablando entonces de carne y lácteos principalmente. Si no los mantienes en refrigeración se desnaturalizan las proteínas y fácilmente pueden desarrollar microorganismos que a veces no se elimina con la cocción previa”, agregó.
Sin embargo, señaló que la contingencia del covid-19 ha favorecido a la reducción de enfermedades gastrointestinales, pues la cultura del lavado de manos ha crecido exponencialmente, lo que conlleva a la prevención de múltiples enfermedades. Las manos son el principal vehículo de gérmenes y bacterias.
“Lo más importante es lavarnos las manos, elaborar con las condiciones adecuadas los alimentos, porque a veces no desinfectamos las frutas, verduras y legumbres, refrigerar bien los alimentos, consumir agua potabilizada y limpia. Incluso de la llave se puede hervir el agua o poner dos gotas de cloro por cada litro”, indicó.
Los síntomas de enfermedades gastrointestinales son los siguientes: puede haber dolor abdominal, aumento de los movimientos peristálticos desde el estómago hasta la parte final del intestino grueso. Igualmente puede haber náuseas, pero no siempre hay fiebre, pues depende del tipo de microorganismo que desarrolle la infección.
En ocasiones aumenta el número de evacuaciones o hay un cambio de su consistencia a líquido. El número de evacuaciones diarreicas indica la seriedad del problema gastrointestinal, por ejemplo, 5 evacuaciones en un día pueden tratarse de una deshidratación.
Enfatizó evitar consumir jugos o refrescos, ya que el ducto digestivo puede llenarse de azúcar, la cual absorbe el agua que tomas y aumenta el número de evacuaciones diarias. Además, recomendó no exponerse a los rayos solares, utilizar prendas de algodón con colores claros, sobre todo porque la irritación por calor incluso puede llevarnos a conductas agresivas.
“Los líquidos que se deben consumir definitivamente son los claros y los que no son dulces. La gente comúnmente cuando tiene calor, es muy dada a consumir estas bebidas y estas no favorecen la reposición de los electrolitos que ha perdido el cuerpo. Lo que puede ocasionar un problema de deshidratación compleja por la cantidad de azúcar que consumiste”, añadió. “Los líquidos que se deben consumir definitivamente son los claros y los que no son dulces. La gente comúnmente cuando tiene calor, es muy dada a consumir estas bebidas y estas no favorecen la reposición de los electrolitos que ha perdido el cuerpo. Lo que puede ocasionar un problema de deshidratación compleja por la cantidad de azúcar que consumiste”, añadió.
Priorizó tener cuidado con las personas más vulnerables, inclinado con los menores de 5 años, mayores de 65, y personas con enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer, etc.