Demonio de Tasmania podría ser clave para que la humanidad aprenda a convivir con el cáncer

El marsupial ha desarrollado estrategias de supervivencia contra el cáncer

Demonio de Tasmania clave para vivir con cáncer sin riesgo
Ciudad de México /

A raíz de los tumores faciales que han diezmado a dos tercios de la población de los diablos de Tasmania desde hace tres décadas, este marsupial ha desarrollado estrategias de supervivencia que dan pistas para que la humanidad aprenda a convivir con el cáncer.

Los tumores faciales del demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii), una de las pocas especies de animales propensas a padecer de cáncer transmisible, se contagian a través de las mordeduras durante las peleas, alimentación y apareamiento.

Una vez contraído, el tumor se expande, generando así el riesgo de una metástasis, necrosis o infecciones secundarias, según explicó Elise Ringwaldt, investigadora de la Universidad de Tasmania, en la remota localidad de Surrey Hills.


Evolución contra el cáncer

Los tumores faciales que arrasaron rápidamente con los demonios de Tasmania desde finales de la década de 1990 hicieron que la especie fuera catalogada en peligro.

Pero con los años algo sorprendente sucedió: los investigadores notaron que el diablo de Tasmania- popularizado como TAZ en las series animadas de Looney Tunes- había desarrollado estrategias ecológicas e inmunológicas contra los dos tipos de cáncer facial (DFTD y DFT2) para escabullirse de la muerte.

Una de estas estrategias es que muchas hembras -que normalmente alcanzan la madurez sexual a los dos años- puedan reproducirse meses antes para asegurar la continuación de la especie, explicó a EFE Rodrigo Hamede, uno de los referentes mundiales en el estudio del cáncer de los diablos de Tasmania.

Las otras estrategias tienen que ver con la capacidad genética para atacar las células cancerígenas, ya que los investigadores observaron que "estos genes son más estables y se han ido seleccionando a través del proceso de selección natural de generación en generación".

Si esto fuera poco, una pequeña parte de la población de diablos desarrolla el tumor y en "cierto momento durante la progresión del cáncer estos tumores remiten y terminan desapareciendo", agregó.

"Esta adaptación genética" le ha permitido a este marsupial "ser un poco más tolerante" a este cáncer, ya que los procesos de selección natural permitieron que las cepas de los tumores "sean menos virulentas y menos invasivas", precisó Hamede, quien investiga desde hace casi dos décadas los tumores faciales de los demonios de Tasmania tanto en parques estatales y nacionales como terrenos privados.

Los demonios de Tasmania regresan a Australia continental por primera vez en 3000 años. (shutterstock)


Una luz para la humanidad

Las observaciones científicas realizadas por Hamede y otros investigadores han permitido establecer una línea comparativa para aprender acerca de los mecanismos y procesos del cáncer en distintas especies en sus ambientes naturales -muy distinto a los experimentos que se hacen en los laboratorios.

"El cáncer va a ocurrir siempre. Le sucede a todos los organismos multicelulares desde las moscas hasta los seres humanos. Lo que tenemos que tratar de entender es cómo podemos conllevar esta enfermedad, tolerarla, convivir con ella porque desgraciadamente es imposible de erradicar", precisó Hamede.

Así, las lecciones que da el proceso evolutivo del diablo de Tasmania, que se parece a un oso de miniatura de pelaje negro y está considerado como el marsupial carnívoro más grande del mundo, "son bastante interesantes y aplicables a la oncología humana".

Algunos demonios de Tasmania han mostrado ser inmunes al cáncer. (Especial)

CLG​


  • Agencia EFE
  • Agencia de noticias con 84 años de trayectoria

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.