Al igual que las mujeres, los hombres también son emocionales, aunque social y culturalmente se les ha enseñado que son el sexo fuerte y que de alguna manera implica no mostrar y expresar las emociones y sentimientos de manera adecuada.
Las emociones son reacciones que todo ser humano experimenta, sin embargo, en el caso de los hombres, existen ciertas situaciones difíciles de expresar.
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Martín Hernández Pérez, especialista en Desarrollo Humano y Gestión de Talento, manifiesta que es un tema de aprendizaje, ya que en el entorno en el que ha crecido el hombre, hablando de una cultura latina o mexicana, son patrones que están definidos, que se van transmitiendo de generación en generación y que forman parte del perfil del hombre.
Es un tema de patrones, de aprendizaje, en donde las emociones normalmente se reprimen o se mantienen ocultas a diferencia de las mujeres, que culturalmente es la que expresa, la que llora, la que sufre, mientras que el hombre es el fuerte, el que resiste y sostiene al menos en proyección ante los demás.
El perfil que tiene el hombre es de protección, contención, por lo que reprime las emociones para mantenerse siendo el pilar de la familia o de la pareja.
Por su parte, Jaime Antonio Requenes Luevanos, especialista en Programación Neurolingüística y Coach profesional, señala que cuando se evaden o se reprimen las emociones buscan una forma de salir en su momento.
Algo común es la vulnerabilidad en ciertas emociones, pues al expresar cariño, contención, manejo del dolor, son las que más se reprimen y las que tienden a surgir, aunque no en todos los casos, es la irritabilidad o el consumo de alcohol para sacar las emociones.
Explica que se sustituyen las emociones, lo que es multifactorial, ya que puede ser la vulnerabilidad en el enojo, alguna adicción, agresividad, entre otros.
Señala que el suicidio es más común en el hombre que en la mujer, lo cual puede ser por una represión de muchos años, lo que en un momento de desesperación sale de forma más contundente.
“Puede ser agresión contra sí mismo o contra su familia, sus hijos, la pareja, es una manifestación de esa represión emocional que busca un escape”, indicó.
Cambios y avances
Los especialistas, aseguran que ha habido un cambio en los últimos años, pues en nuestros padres y abuelos existía una represión más fuerte, mientras que en la actualidad hay un avance en la educación emocional, sin embargo, por ser una cultura, ésta requiere de un tiempo y un proceso.
Martin Hernández asegura que es generacional, pues en la cultura moderna existe la libre expresión, la igualdad de hombre y mujer, al igual que los espacios para grupos de contención, ya que las nuevas generaciones están entrando en esa dinámica de romper patrones familiares, culturales y hasta religiosos que impedían o que etiquetaba al hombre en un perfil.
Manifiesta que hay una corriente de apertura en donde el hombre puede expresar su emocionalidad en diversos espacios, aunque todavía en la cultura latina es lento el avance.
La necesidad de expresarse
Liz Cano, especialista en Bienestar Emocional e Integral, manifiesta que las emociones, es la forma de comunicación a nivel biológico o corporal, pero la forma de expresión en cuanto a un hombre y una mujer, cambia por las ideas socioculturales, lo cual es aprendido.
Actualmente con la identificación de género, una persona se puede expresar como mujer o como hombre y es muy diferente, por lo que en la parte masculina biológica también hay emociones, pero se les educa de forma diferente para no expresarlas.
Indica que la mujer tiene la habilidad de la expresión a través de la comunicación, sobre todo el lenguaje hablado, por lo que está más conectada cerebralmente y biológicamente a través del habla, por lo que es más fácil.
“Incluso se dice que la mujer tiene hasta 20 mil palabras disponibles al día para expresarse, mientras que el hombre solo 8 mil”, mencionó.
Los hombres al igual que las mujeres tienen la necesidad de expresar sus emociones, pues todos reaccionan, pero no todos son conscientes de lo que sienten, ya que está programado para resolver.
Explica que el proceso reactivo es primero pienso, luego siento y después actúo, pero en el caso del varón se queda con lo que actúa, sin relacionar lo que pensó y lo que sintió.
“Al hombre también le duelen las cosas, les duelen las pérdidas, el hombre también necesita ser escuchado, ser amado, querido, necesita ser acompañado, ayudado”, opinó.
Señala que al reprimir y guardar las emociones, puede llevar a caer en patrones adictivos, resentimientos o corajes que sólo a través de su fuerza masculina los expresa, como el enojo, la rabia, pero no el llanto.
“Hay hombres que están enfermos por guardarse precisamente lo emotivo, por no expresarlo”, respondió.
Las principales enfermedades son las digestivas y la musculatura, generadas por la represión de las emociones.
Actualmente el hombre se está permitiendo abrirse y conectar con las emociones, quitándose la idea de que las emociones corresponden a lo femenino, pues el sentir la emoción es biológico.
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