¿Por qué el Día Mundial de las Abejas se celebra el 20 de mayo?

Estos insectos polinizadores contribuyen directamente a la seguridad alimentaria y son indispensables para conservar la biodiversidad.

Las abejas son una pieza clave en muchos de nuestros alimentos.(Shutterstock)
Ciudad de México /

El zumbido que pueden hacer cuando están cerca puede llegar hacer aterrador, pero antes de levantar la mano para asustarla, debes de saber que las abejas son una pieza clave en muchos de nuestros alimentos. En el Día Mundial de las Abejas, te contamos por qué estos insectos polinizadores tienen un papel importante en el ecosistema.

Ante la constante amenaza que viven las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, los murciélagos y colibríes por los efectos de la actividad humana, las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas, una fecha que busca crear conciencia sobre la importancia de los polinizados, las amenazas que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible.

Desde 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el Día Mundial de las Abejas, gracias a los esfuerzos del Gobierno de Eslovenia con el apoyo de Apimondia. Se eligió el 20 de mayo para celebrar esta fecha por el natalicio de Anton Janša, pionero de la apicultura moderna perteneciente a una familia de apicultores de Eslovenia, donde la apicultura es una importante actividad agrícola con una larga tradición.

Al visibilizar las amenazas de las abejas y de los insectos polinizadores, crea una oportunidad para que gobierno, organizaciones y la sociedad civil promuevan acciones que protejan y ayuden significativamente a resolver los problemas relacionados con el suministro de alimentos en el mundo y “acabar con el hambre en los países en desarrollo”, señala las Naciones Unidas.

¿Por qué las abejas son importantes para el mundo?

En la conmemoración del Día de la Tierra del 2020, Google dedicó su doodle a las abejas, porque fueron nombradas como “los animales más importantes del mundo”, por la Real Sociedad de Geografía de Londres y el Earthwatch Institute, ya que consideran que estos insectos son los únicos seres vivos que no propagan enfermedades por hongos o bacterias al no transportar patógenos.

La polinización de las flores tiene un papel importante en nuestra alimentación y para biodiversidad. De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las abejas, las aves y los murciélagos inciden en el 75 por ciento de los cultivos de todo el mundo, los cuales producen frutas o semillas para el consumo humano.

Mientras que el 35 por ciento de la producción agrícola mundial y la producción de 87 de los principales cultivos alimentarios del mundo, y de muchos medicamentos derivados de las plantas, se deben a la labor de las abejas y de los insectos polinizadores.

Las abejas son consideradas las criaturas más trabajadoras del planeta que desde siglos han beneficiado a las personas, las plantas y el medio ambiente. Al transportar el polen de una flor a otra, las abejas y otros polinizadores no solo hacen posible la producción de una abundancia de frutas, frutos secos y semillas, sino que con su ayuda hay más variedad y mejoran su calidad. Esto a los humanos los beneficia ya que estos insectos contribuyen en la seguridad alimentaria y la nutrición.

Abejas corren peligro de extinguirse

Las Naciones Unidas señalan que las tasas actuales de extinción de especies son de cien a mil veces más altas de lo normal debido a las repercusiones humanas.

 “Casi el 35 por ciento de los polinizadores invertebrados –en particular las abejas y las mariposas–, y alrededor del diecisiete por ciento de los polinizadores vertebrados –como los murciélagos– están en peligro de extinción a nivel mundial” apunta.

La organización expone que insectos polinizadores como las abejas y las mariposas han disminuido de “manera preocupante” por las prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra, plaguicidas, “especies exóticas invasoras, enfermedades, plagas y el cambio climático.

Si no se modifican las prácticas, algunos cultivos nutritivos como frutas, frutos secos y muchas hortalizas, “serán sustituidos cada vez más por los cultivos básicos como el arroz, el maíz y la patata, lo que podría desembocar finalmente en una dieta desequilibrada”, indica las Naciones Unidas.

​epc

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