Un equipo de investigadores de tres universidades de Brasil identificó la presencia de decenas de microorganismos preservados dentro del hueso de un dinosaurio de más de 80 millones de años y se pudo determinar que pertenecían a algún tipo de parásito sanguíneo.
Es la primera vez que se realiza un descubrimiento así dentro de los estudios de la paleontología. En el pasado, los parásitos fósiles se habían identificado sólo asociados con insectos conservados en ámbar o en coprolitos (heces fosilizadas). Además, través de una tomografía se pudo señalar que el ejemplar padecía osteomielitis aguda.
- Te recomendamos ¿Te gustan los dinosaurios? En Nueva York, subastan esqueleto millonario de T-Rex Internacional
El descubrimiento fue publicado en la revista Cretaceous Research por una alianza entre investigadores brasileños de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) y la Universidad Federal de Río Grande del Norte (UFRN).
"Observamos la presencia de cuerpos fusiformes dentro de los canales vasculares que no correspondían a ninguna estructura ósea y que, por su forma constante, podían caracterizarse mejor con microorganismos fosilizados junto con el hueso", explicó la profesora de la Unicamp, Fresia Ricardi Branco.
La creación gráfica del paleoartista brasileño Hugo Cafasso ejemplifica lo explicado por Ricardi. El análisis geoquímico indicó la fosilización de estos organismos mediante un proceso llamado fosfatación, que habría ocurrido rápidamente, permitiendo la preservación de los cuerpos de los microorganismos dentro de los canales vasculares del huésped, antes de que se degradaran.
En el siguiente video en portugués, Tito Aureliano y Aline Ghilardi, paleontólogos de la UFRN, explican a detalle cómo se identificaron la osteomielitis aguda y los parásitos sanguíneos.
CAR