Aunque a muchos pueda parecerles el argumento de una película de ciencia ficción, los científicos están haciendo planes serios para la colonización de la Luna y de otros planetas, como Marte. Pero, “si la humanidad desea convertirse en una especie multilplanetaria, primero tenemos que aprender a reproducirnos en el espacio”, señaló Kees Mulder, presidente y fundador de la empresa SpaceLife Origin.
Dicha firma, con sede en los Países Bajos, es la primera compañía de biotecnología y desarrollo de misiones que salvaguardará “semillas de vida” humana —es decir, óvulos y espermatozoides— en el espacio para 2020, en una especie de arca de Noé; después, hará posible la concepción de embriones en el espacio en 2021 y, finalmente, permitirá el nacimiento humano real en el espacio para 2024.
Estos serán los primeros pasos cruciales en un viaje para la humanidad que llevará a la vida más allá de la Tierra según sea necesario para la futura colonización de otros planetas. El plan de SpaceLife Origin está dividido en cuatro fases o “misiones”.
Misión Ark
La misión Arca salvaguardará las “semillas de vida” humanas en el espacio y deberá estar lista en 2020. Un sistema de alta tecnología el núcleo de SpaceLife Origin Ark, que contiene mil tubos protegidos con células de reproducción humanas.
El Arca proporciona un entorno seguro y protegido contra la radiación. Las células —macho y hembra— se recolectarán en clínicas de fecundación in vitro aprobadas y supervisadas de todo el mundo.
Las células se vitrificarán y almacenarán de modo seguro en sitios seguros de la Tierra y en un satélite en el espacio, de modo que éstas quedarán a salvo de cualquier evento catastrófico en la Tierra durante décadas: un último candado para la supervivencia de la humanidad.
El seguimiento a la evolución se efectuará en tiempo real y habrá cámaras a bordo del satélite que permitirán monitorear en sus celdas a las “semillas de vida” en órbita.
La misión Loto tiene como objetivo la primera concepción humana en el espacio antes del año 2021. Para ello, la empresa desarrolla tecnología que creará una nueva “incubadora de embriones espaciales”, que se enviará al espacio y contendrá células de reproducción masculinas y femeninas.
Una vez en el espacio, los embriones serán concebidos y comenzarán a desarrollarse. Después de cuatro días, la incubadora regresará a la Tierra donde éstos serán examinados. Los embarazos y nacimientos reales ocurrirán en la Tierra.
La misión Cuna será un hecho histórico: el primer nacimiento humano en el espacio en 2024. “Es un paso pequeño para un bebé, pero un paso gigante para la humanidad”, dijo el doctor Egbert Edelbroek, director de estrategia e innovación de SpaceLife Origin.
Este objetivo audaz, pero realista, se realizará durante una misión de 24 a 36 horas, en la que una mujer dará a luz a 400 kilómetros sobre la Tierra, acompañada por un equipo médico capacitado, de clase mundial y bajo estándares similares a los de los hospitales en Tierra.
Por último, está la misión Futuro, de la cual aún existe poca información, pero que se enfoca en el establecimiento de la primera colonia fuera de la Tierra.
Con respecto al éxito y la utilidad de los cometidos, el jefe ejecutivo oficial y fundador de SpaceLife Origin, puntualizó: “Creemos que cualquier compañía, agencia espacial o nación con ambiciones de colonizar otros planetas se beneficiará de asociarse con nosotros para la ejecución exitosa y la finalización de sus planes (...) Si la humanidad quiere convertirse en una especie multiplanetaria, debemos aprender a reproducirnos en el espacio”.