El cannabidiol como suplemento alimenticio

Una menor de 12 años contará hoy su vínculo con esa sustancia en una expo realizada en CdMx; “no estoy enferma, pero me permite vivir mejor”, dice

El foro concluye hoy en la Expo Reforma.
Mónica García Ramírez
México /

Con solo 12 años de edad, Daniela María es la activista y la conferencista más joven de la expo CannabiSalud, que se realiza desde ayer y hasta hoy en Expo Reforma CdMx, quien compartirá su experiencia

al consumir cannabidiol (CBD) como suplemento alimenticio.

En entrevista con MILENIO, aclaró que no tiene ninguna enfermedad, pero el CDB le ayuda a enfocarse en sus estudios y desempeñar sus actividades físicas de una mejor manera que le da beneficios en la calidad de vida.

Danielle Espinel, su mamá, explicó que hace cinco años su hija vivía en constante ansiedad al atestiguar episodios derivados de los padecimientos de salud que ella y su hijo mayor tenían, debido a una fuerte depresión que los llevaba a tener una tendencia al suicidio, además de otras enfermedades. Por esa razón “hace cinco años nos mudamos a Denver, Colorado, en EU, donde el cannabis es legal”, lugar donde un médico les recetó el CDB a toda su familia.

“Para nosotros es muy importante mostrar el punto de vista de los niños que viven también con el cannabis, porque más allá del paciente, la familia, el grupo de soporte que tienes alrededor, es el más importante”, señaló.

Espinel es fundadora de Cannalatino, plataforma en internet que tiene como objetivo brindar educación cannábica a todos los latinos bajo el precepto “investiga, edúcate y actúa”.

Explicó que fue el doctor Rafael Mechoulam quien descubrió el sistema de endocannabinoides, el cual poseen todos los seres humanos, animales y peces.

“Nosotros damos éste a nuestros hijos. El que tengamos un sistema de cannabinoides significa que nos alimentamos de éstos —con cannabis, con mariguana, con cáñamo— por más de 500 millones de años; en este tiempo nadie ha muerto, al contrario, tenemos respuestas

positivas. Yo utilizo el CDB para mi hija como suplemento alimenticio”, detalló.

El relato

Espinel, una de las activistas invitadas al CannabiSalud para moderar algunas conferencias, relató que desde los 16 años se le recetó clonazepam para tratar una depresión, toda vez que “yo estoy igual que mi hijo dentro del espectro, con un autismo muy leve”, de ahí la necesidad de buscar alternativas más naturales en beneficio de su familia.

También tuvo que enfrentar que a los 13 años su hijo manifestara tendencias suicidas, “lo cual hizo que le duplicarán la dosis de medicamentos” que ya tomaba por el autismo.

A los 15 años su primogénito expresó su deseo de no tomar más medicamentos “porque me quitan la vida”, fueron sus palabras. “Yo le pregunté dónde quería vivir y él fue quien decidió que sería en Colorado”, compartió Espinel, lugar al que llegaron sin conocimiento ni expectativas respecto al cannabis, pero al hablar con médicos especialistas estos fueron guía para que tanto Danielle y su hija tomarán CDB.

Su hijo mayor toma Tetrahidrocannabinol o THC, el cual funciona al vincularse a los receptores CB1 y CB2 que influeyen en el placer, el apetito, la memoria y la concentración, además de que modera las sensaciones de dolor.

Con 21 años, el hijo de Espinel trabaja, tiene pareja “y es un joven funcional, está aprendiendo a ser feliz gracias a una planta.

“Probé todo, le quite el azúcar, digitupuntura, acupuntura, dietas especiales, el cannabis fue el único que cambio su vida y la de todos los demás”, concluyó Espinel.

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