¿Temes a ese momento del día en que es difícil sacar a los niños del berrinche y que te arrastra a un estado de estrés? Ponle brillo a la situación y calma la ansiedad de ambos con esta herramienta.
Se trata del "frasco de la calma", un recipiente lleno de gel, brillantina y colorante vegetal cuya contemplación ayudará a tus niños con las funciones del sistema nervioso, esta idea surgió de las técnicas del Método Montessori.
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Cuando el pequeño se siente estresado, su ritmo cardíaco y su respiración se aceleran, pero al concentrarse en observar la caída del brillo se genera un modelo visual que envía una señal al cerebro y disminuye la agitación, mientras eso va sucediendo, puedes aprovechar para que platiquen de los sentimientos por los que se siente alterado: tristeza, miedo o frustración, estrés etc.
¡Manos a la obra! , esto es lo que necesitas para elaborar tan auxiliar juguete:
Materiales:
- Un frasco de plástico transparente
- Una cuchara
- Tres cucharadas de gel transparente
- Diamantina
- Champú transparente para bebé
- Colorante vegetal del mismo color que la diamantina
- Agua tibia (Estos tres últimos son al gusto de cada persona, y de acuerdo al tamaño del frasco)
Instrucciones:
Introduce de dos a tres cucharadas de gel en el frasco (A mayor cantidad más espesa quedará la mezcla y la diamantina tardará más en ir de arriba hacia abajo)
Agrega unas cuatro cucharadas de champú para bebé
Ahora mezcla el colorante vegetal, la cantidad es de acuerdo a la intensidad de color que prefieras.
Revuelve bien con la cuchara integrando todo perfectamente y agrega la diamantina.
Vierte el agua tibia, deja un espacio para que se pueda agitar el contenido y ¡a jugar!
CR