Un centenar de ejemplares de todas las especies de tortugas marinas en el Atlántico, el Pacífico y el Mediterráneo, presentan contaminación por partículas sintéticas que incluyen microplásticos.
Estas partículas potencialmente pueden provenir de fuentes como ropa, neumáticos, filtros de cigarrillos y equipos marítimos como cuerdas y redes de pesca, según un nuevo estudio de las universidades de Exeter y Plymouth.
"El efecto de estas partículas de plástico en las tortugas se desconoce —explica la autora principal, Emily Duncan, del Centro para la Ecología y la Conservación en el campus Penryn de la Universidad de Exeter en Cornualles, Reino Unido—. Su pequeño tamaño significa que pueden pasar a través del intestino sin causar bloqueo, como se informa con frecuencia con fragmentos de plástico más grandes".
"Sin embargo, el trabajo futuro debería centrarse en si los microplásticos pueden estar afectando a los organismos acuáticos más sutilmente. Por ejemplo, posiblemente puedan transportar contaminantes, bacterias o virus, o pueden afectar a la tortuga a nivel celular o subcelular. Esto requiere más investigación", agrega la doctora Duncan.
En total, se encontraron más de 800
en las 102 tortugas estudiadas. Pero los investigadores solo evaluaron parte del intestino de cada animal, por lo que se estima que la cantidad total de partículas es aproximadamente 20 veces mayor.
Actualmente, los científicos no entienden cómo las tortugas ingieren las partículas sintéticas, pero las fuentes probables son el agua de mar y los sedimentos contaminados, y se adquieren a través de la ingesta de presas o plantas.
El profesor Brendan Godley, autor principal del estudio, añade que "realmente, es una lástima" que muchas o incluso todas las tortugas marinas del mundo hayan ingerido microplásticos.
"Por el momento, esta no es la principal amenaza para este grupo de especies, pero es una clara señal de que debemos actuar para gestionar mejor el desperdicio global", señaló.
Las tortugas con la mayor cantidad de partículas sintéticas se encontraban en el Mediterráneo, lo que indujo a pensar que tenían mayores tasas de contaminación que en el Atlántico o el Pacífico, pero el tamaño de la muestra y la metodología de este estudio no permitieron realizar comparaciones geográficas detalladas.
La doctora Penélope Lindeque, del Laboratorio Marino de Plymouth, subraya: "Desde nuestro trabajo a lo largo de los años, hemos encontrado microplásticos en casi todas las especies de animales marinos que hemos visto; desde el pequeño zooplancton en la base de la red alimenticia marina hasta las larvas de peces, los delfines y ahora las tortugas. Este estudio proporciona más evidencia de que todos necesitamos ayudar a reducir la cantidad de desechos plásticos que se liberan a nuestros mares y mantener océanos limpios, saludables y productivos para las generaciones futuras".
RL