Cuando una mujer se entera que espera bebé la primera preocupación es que se desarrolle perfectamente y que todo siempre esté bien. Pero en los casos de las mujeres que padecen alguna enfermedad crónica, como el asma, las alertas se encienden y la intranquilidad crece.
¿Qué se debe hacer?
Es muy importante alejarse de cualquiera factor que desencadene una crisis asmática, como el polvo, humo o el pelo de los animales. Hay que alejarse de estos elementos.
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También es necesario planear una estrategia de cuidados al lado de su alergista o inmunólogo, quien prescribirá los medicamentos que puedes tomar para el asma, teniendo en cuenta el embarazo.
Si el asma se atiende bien, no existirán riesgos ni para la futura mamá ni tampoco para su hijo. Pero si no es controlado puede haber una disminución de oxígeno transportado por la sangre hacia el feto, afectando su supervivencia y crecimiento.
Respecto a los medicamentos, según estudios, la mayoría no afectan el embarazo, pero no se aconseja aquellos que se toman por vía oral. De cualquier manera es importante apoyarse en el especialista durante y después de la gestación.
Y en cuanto a la lactancia. No existen pruebas científicas que la prohíban. Así que es importante reforzar el sistema inmunológico del bebé con leche materna porque es importante para su desarrollo.
Lo importante es no dejar de visitar a un médico especializado en asma para que indique el mejor tratamiento que beneficie tanto la salud de la madre como la de su bebé.
AG