Con el descubrimiento de 11 nuevas especies, expertos de la Universidad de Barcelona (UB) publicaron el inventario más completo de las poblaciones de arañas en bosques españoles.
El equipo científico integrado además por expertos de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) y la Universidad de Helsinki (Finlandia), estudió un total de 20 mil 539 ejemplares de diferentes especies de arañas ibéricas.
El registro comprende ocho mil 521 especímenes adultos que corresponden a 190 géneros, 39 familias y 376 especies, en los robledales de los parques nacionales de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, Ordesa y Monte Perdido, Picos de Europa, Monfragüe, Cabañeros y Sierra Nevada, detalló la universidad española en un comunicado.
El profesor Miquel Ángel Arnedo, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio-UB), detalló que dichos bosques de clima templado constituyen el hábitat natural más indicado para el estudio de los patrones biogeográficos de las arañas a escala peninsular.
De acuerdo con la investigación publicada en la revista Biodiversity Data Journal, el equipo descubrió 11 posibles nuevas especies de araña (hasta ahora se conocían más de mil 300 especies en la Península y Baleares), aparte de 20 especies más cuya identificación taxonómica aún está pendiente de corroborar.
Algunas de las nuevas especies podrían ser especialmente vulnerable a los factores ambientales, es decir, que en la mayoría de los casos sólo se ha descubierto uno o pocos individuos en una sola localidad geográfica.
Los expertos sumaron siete nuevas especies de araña al inventario biológico peninsular y tres más al estatal, con la identificación por primera vez en el territorio de ejemplares de especies como Dictyna pusilla, Philodromus buchari, Pseudeuophrys nebrodensis, Euryopis flavomaculata, Titanoeca schineri, Dipoena torva o Sardinidion blackwalli.
"Los resultados evidencian la falta de muestreos sistemáticos de la biodiversidad aracnológica del país y son un buen ejemplo de lo poco que sabemos aún sobre nuestra propia fauna", señaló Arnedo, al aseverar que aún quedan muchas especies por descubrir.
Para la técnica de muestreo se siguió el protocolo estandarizado COBRA, además de la metodología basada en los llamados códigos de barras genéticos (DNA barcoding), es decir, en el uso de un fragmento corto y estandarizado de ADN como identificador de la especie.
El investigador destacó que esa metodología permite desarrollar herramientas bioinformáticas de gran resolución que ayudan a automatizar la clasificación e identificación de especies, e incluso poblaciones de la misma especie de distintos lugares.
Recordó que las arañas están sometidas a los cambios tanto biológicos como del entorno ambiental, algunas se adaptan mejor a esas transformaciones, pero otras se muestran más sensibles por lo que es necesario conocer la historia evolutiva y biogeografica para garantizar su conservación.
RL