La Universidad de Arizona dio a conocer la prueba de la presencia humana más temprana en el continente americano: huellas humanas encontradas en Nuevo México que datan de hace 23 mil años, 10 mil años antes de lo que hasta ahora se creía.
“Durante décadas los arqueólogos han debatido cuándo llegó el ser humano por primera vez a las Américas. Pocos ven evidencia confiable de sitios de más de 16 mil años. Algunos piensan que la llegada fue posterior, no más allá de 13 mil años, por los fabricantes de artefactos conocidos como puntas Clovis”, dijo Vance Holliday, arqueólogo de la Universidad de Arizona y uno de los autores del artículo en Science.
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“Las huellas de White Sands proporcionan una fecha mucho más temprana. Hay múltiples capas de huellas humanas bien fechadas en lechos de arroyos por donde fluyó agua hacia un antiguo lago. Esto fue 10 mil años antes de los Clovis”, añadió.
Los investigadores Jeff Pigati y Kathleen Springer, del Servicio Geológico de Estados Unidos, lograron establecer la antigüedad de las huellas utilizando el sistema de datación por radiocarbono de capas de semillas encontradas por encima y por debajo de las huellas.
Los estudios confirmaron la presencia humana y las huellas más antiguas se remontan 23 mil años al pasado.
Estas fechas corresponden a la cúspide del último ciclo glacial, durante un período conocido como el Ultimo Máximo Glacial, lo que convierte a las evidencias de White Sands en las huellas humanas más antiguas que se han encontrado en América.
Anteriormente se pensaba que los humanos ingresaron al continente americano mucho más tarde, después del derretimiento de las capas de hielo de América del Norte, lo que abrió las rutas de migración.
“Nuestras fechas para las semillas están muy agrupadas y mantienen el orden estratigráfico por encima y por debajo de múltiples horizontes de huellas. Este fue un resultado notable”, dijo Springer en el mismo artículo.
Las huellas encontradas cuentan una historia interesante y abren una pequeña venta al pasado ya que, a juzgar por su tamaño, fueron dejadas principalmente por adolescentes y niños más pequeños, con alguno que otro adulto.
“Las huellas en White Sands proporcionan un retrato de lo que estaba ocurriendo: adolescentes interactuando con niños y adultos”, dijo el autor principal del estudio, Matthew Bennett, de la Universidad Bournemouth University en el Reino Unido.
Las huellas fueron descubiertas por primera vez por David Bustos, gerente de recursos del parque White Sands.
yhc