La misión a Mercurio, BepiColombo, que anoche lanzó, desde la Guayana Francesa, la Agencia espacial Europea (AEE) y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA, por su sigla en inglés), es la tercera en aventurarse en el planeta, pero la más importante ya que ésta es un verdadero reto tecnológico, declaró para MILENIO Gloria Delgado Inglada, investigadora del Departamento de Estrellas y Medio Interestelar en el Instituto de Astronomía de la UNAM.
“Este planeta está bastante cerca del Sol, lo que implica enviar un instrumento especial que sea capaz de aguantar las extremas temperaturas”, abundó.
Resaltó que lo que a esta misión la hace única de las demás es su tecnología innovadora: contiene paneles solares que captan energía con fin de ahorrar la más que se pueda para el uso adecuado de sus instrumentos. Además, está cubierta de una pintura blanca especial, ya que la radiación que va a recibir es demasiada.
La experta afirmó que casi toda la tecnología que lleva BepiColombo es nueva y se ha desarrollado en gran parte para que los orbitadores puedan soportar las condiciones extremas del planeta.
Destacó que otra novedad es el sistema de propulsión el cual es eléctrico y cuenta con una especie de radiador que disipa el calor y mantiene los instrumentos en buen estado.
Las novedades llegan a tal punto que “parte de esta tecnología que se ha desarrollado se considera para futuras misiones”, resaltó la experta.
CAMINO DE ÓRBITAS
Otro punto interesante de BepiColombo es que en lugar de llegar directo a Mercurio irá haciendo un acercamiento de órbitas para frenar poco a poco y no verse afectada por la gravedad del astro rey.
“Siempre se toma impulso con otros planetas para poder ir a ellos o a otros cuerpos celestes lejanos, pero este movimiento de desaceleración en órbitas solo se necesita para casos como el de Mercurio, que está muy cerca del Sol”, afirmó.
Además, abundó que si lanzaran la sonda de forma directa al planeta sería muy difícil frenarla por la atracción del Sol, por ello necesita dar tantas vueltas haciendo elipses cada vez más pequeñas para llegar a él y por esto tardará siete años en arribar; se prevé que esto sea en 2025.
Recalcó que el propósito del lanzamiento de dos sondas, la Mercury Planetary Orbiter (MPO) de la AEE y la Mercury Magnetospheric Orbiter (MMO) de su homóloga japonesa JAXA, es dar seguimiento a los datos recolectados por las misiones anteriores Mariner y Messenger, además de recabar nueva información: “Perseguimos entender el origen del sistema solar; hay dudas, como si Mercurio se formó ahí en el lugar donde está o si tenía un tamaño mayor y por alguna interacción con otro cuerpo disminuyó. Son enigmas que se esperan resolver”.
“Una de las misiones anteriores trajo como dato que había hielo en Mercurio, se quiere confirmar esto “, señaló la experta.
El Centro de Operaciones Científicas BepiColombo está en Villafranca, España, y coordinará las observaciones, además operará sus instrumentos y administrará los datos que envíe la misión.
Misión a Mercurio, verdadero reto tecnológico: experta
Anoche se lanzó la BepiColombo, cuyos avances y desarrollo llegan a tal punto que se considera aplicar éstos para los futuros proyectos del tipo.
México /
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