En Australia, una mujer de 50 años que tenía el mal hábito de no retirarse correctamente el rímel empezó a tener molestias en los ojos, así que acudió al médico. Al examinar los párpados de la paciente, el oculista encontró un conjunto de desagradables grumos negros que pudieron haberla dejado ciega.
Así lo reportó el portal científico Live Science, a partir de un reporte publicado en el número de mayo de la revista Ophtalmology.
La paciente, que responde al nombre de Theresa Lynch, admitió haber usado gruesas capas de rímel durante 25 años y no haber sido muy cuidadosa al momento de lavarlo.
Los grumos oscuros de rímel se encontraban debajo de la conjuntiva parpebral, que es una membrana transparente que tapiza la parte posterior del párpado y el globo ocular. Algunos de estos grumos incluso habían roto la superficie de la conjuntiva, de modo que los problemas que reportaba la mujer se debían a la conjuntivitis —esto es, la inflamación de la conjuntiva— y a daños en la córnea.
La oftalmóloga Dana Robaei, que atendió a Lynch, aclaró a la prensa británica que los grumos oscuros se habían formado por la acumulación de residuos de rímel debajo de los párpados de su paciente. La especialista aclaró que, de haberse infectado, éstos pudieron haber causado ceguera en la paciente.
"Hay que ser muy meticulosos al momento de lavarse y retirar el rímel", aclaró la doctora Robaei, quien retiró los grumos en los párpados de Lynch después de un procedimiento de 90 minutos. De cualquier modo, la mujer quedará con cicatrices permanentes en el interior de sus párpados.
Una muy buena razón para no dormir con el rímel puesto, aunque estés muy cansada, ¿no lo crees?…
FM