Estos microbios son los seres vivos más rápidos del planeta

Unos microorganismos del género Spirostomum resultaron ser más rápidos que los cheetas, que los halcones y que las alas de los colibrís; ¿cómo puede ser?

Los 'Spirostomum ambiguum' bajo el microscopio. (Science Source)
Ciudad de México /

Uno podría pensar que los seres vivos más rápidos del planeta serían los cheetas o guepardos, que pueden acelerar a más de 95 km/h, o bien los halcones, que pueden planear a velocidades vertiginosas, superiores a los 400 km/h. Pero entonces, ¿cómo puede un microorganismo llamado 'Spirostomum ambiguum' ser el más veloz del planeta?

Pues bien, este diminuto protozoo unicelular logra una aceleración ultrarrápida al contraer su cuerpo, parecido al de un gusano, y por ello merece ser incluido entre los animales más rápidos del mundo.


Es lo que opina el profesor asistente del Instituto de Tecnología de Georgia Saad Bhamla tras estudiar el Spirostomum ambiguum, un ser vivo unicelular que se encuentra en muchos lagos y estanques. Para desplazarse en estas aguas, el Spirostomum normalmente se mueve con pequeños pelos llamados cilios y lo hace a una velocidad que no sorprendería a nadie.

Pero donde muestra su velocidad es con una aceleración extrarrápida al contraerse cuando se ve sorprendido: la criatura puede acortar su cuerpo en más del 60 por ciento en unos pocos milisegundos, pasando de una cinta plana de cuatro milímetros a la forma de un balón de fútbol americano, todo ello sin el tipo de músculos que los humanos usan. Ese movimiento puede observarse en este video, en el minuto 2:45.


Cómo hace eso, y cómo lo hace sin dañar sus frágiles estructuras internas, es parte de una subvención de cuatro años de National Science Foundation (NSF) que Bhamla acaba de recibir. La física y las matemáticas que surjan de las respuestas podrían ayudar a avanzar en la nanotecnología y acelerar una nueva generación de robots apenas lo suficientemente grandes como para verse a simple vista.

Los músculos humanos dependen de la actividad de las proteínas de la actina y la miosina, pero las pequeñas criaturas como este protozoo deben su movimiento a resortes supramoleculares, pestillos y motores que con mayor frecuencia se encuentran en el mundo mecánico.

"Si solo tuvieran las proteínas de actina y miosina que componen nuestros músculos, no podrían generar la fuerza suficiente para moverse tan rápido", agregó Bhamla. "Cuanto más pequeños son, más rápido avanzan, hasta 200 metros por segundo al cuadrado. Eso es realmente fuera de serie".


* Con información de DPA y Live Science.

FM

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