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Dr. Rodrigo Nuñez, geofísico experto en tsunamis: “El mayor error es volver a la costa tras la primera ola”

El Dr. Rodrigo Nuñez advirtió que el mayor peligro surge cuando la gente baja la guardia y regresa antes de la indicación oficial de seguridad.

Ciudad de México /

Cuando un gran terremoto sacude la costa y las alertas de tsunami se activan, la primera reacción es evacuar. Pero, ¿qué sucede después de que la primera ola golpea y el mar parece calmarse? Es en ese momento de falso alivio donde reside el peligro más mortal.

 El Dr. Rodrigo Nuñez, geofísico que ha dedicado su carrera a modelar el comportamiento de los tsunamis en la costa del Pacífico de América Latina, tiene una advertencia que es a la vez una lección de ciencia y de historia: un tsunami no es un solo evento, es un tren de olas que puede durar horas.

Bajar la guardia prematuramente y regresar a las zonas de peligro para evaluar daños o buscar a seres queridos es el error más común y trágico que una comunidad puede cometer.

¿Por qué un tsunami no es una sola ola, sino un ‘tren de olas’?

La imagen popular de un tsunami, a menudo alimentada por el cine, es la de una única ola gigantesca. La realidad física, explica el Dr. Nuñez, es mucho más compleja y prolongada. Un tsunami es una serie de ondas oceánicas, un "tren de olas", generadas por el desplazamiento masivo de agua tras un terremoto submarino.

  • Analogía del estanque: "Imaginen lanzar una piedra enorme en un estanque", explica Nuñez. "No se genera una sola onda, sino una serie de ellas que se expanden. Un terremoto tsunamigénico hace lo mismo, pero en una escala oceánica".
  • Periodo y longitud de onda: Las olas de un tsunami tienen una longitud de onda (la distancia entre dos crestas) de cientos de kilómetros y un "periodo" (el tiempo que tarda una ola en pasar después de la otra) que puede variar desde unos pocos minutos hasta más de una hora.
  • La primera ola no siempre es la más grande: La primera ola que llega a la costa a menudo actúa como una especie de "avanzada". Puede no ser la más alta, pero arrastra escombros y debilita estructuras. Las olas posteriores, que llegan cuando el agua ya ha inundado la zona, pueden ser significativamente más altas y destructivas, transportando los escombros de la primera ola como si fueran proyectiles.

El terremoto de Chile en 2010 y el de Japón en 2011 son ejemplos trágicos donde la segunda y tercera ola causaron la mayor parte de la devastación en ciertas áreas.

¿Cuál es el error psicológico que nos hace bajar la guardia?

El Dr. Nuñez no solo estudia la física de las olas, sino también el comportamiento humano que las enfrenta. El regreso prematuro a las zonas de riesgo se debe a un cóctel de factores psicológicos muy poderosos.

  • El "sesgo de alivio": Después de la adrenalina y el pánico de la evacuación y el paso de la primera ola, el cerebro humano busca desesperadamente una señal de que el peligro ha terminado para volver a un estado de normalidad. Ver el mar retroceder después de la primera inundación es interpretado erróneamente como el fin del evento.
  • La necesidad de acción y control: La impotencia es una de las sensaciones más difíciles de manejar en un desastre. La gente siente una necesidad urgente de "hacer algo": verificar el estado de su casa, buscar mascotas, encontrar a familiares. Esta necesidad de actuar puede anular la lógica de la paciencia.
  • La dinámica de la comunidad: Si un grupo de personas decide que es seguro regresar, la presión social puede arrastrar a otros que, de otro modo, habrían esperado.

"La naturaleza humana juega en nuestra contra en este escenario", afirma Nuñez. "Por eso la educación y los protocolos no pueden ser ambiguos. El mensaje debe ser absoluto: no se regresa hasta que la autoridad oficial, y solo la autoridad oficial, lo indique".

¿Cuánto tiempo dura realmente la amenaza de un tsunami?

Un evento de tsunami no dura minutos. Dura horas. Las olas pueden seguir llegando durante 8 a 12 horas, o incluso más, después del terremoto inicial. Además, el peligro no termina con la última gran ola.

  • Corrientes peligrosas: Incluso cuando las olas disminuyen de tamaño, pueden generar corrientes extremadamente fuertes y caóticas en bahías, puertos y estuarios durante muchas horas más, representando un peligro mortal para cualquier persona en el agua o en la orilla.
  • "Ondas atrapadas": La geografía de la costa puede hacer que la energía del tsunami quede "atrapada", rebotando entre la costa y las islas o las plataformas continentales, generando oleaje peligroso durante un día entero o más.

La única fuente fiable para saber cuándo ha terminado el peligro es el centro de alerta de tsunamis de cada país (como el SHOA en Chile o el CAT en México), que monitorea las lecturas de los mareógrafos a lo largo de la costa.

¿Cómo se prepara una comunidad para un evento de ‘larga duración’?

Sabiendo que la amenaza es prolongada, la estrategia de preparación debe cambiar. No se trata solo de saber correr, se trata de saber esperar.

  • Puntos de reunión equipados: Los puntos de evacuación en zonas altas no deben ser solo un lugar, sino que deben estar concebidos como refugios temporales. Las comunidades deben planificar tener acceso a agua, refugio básico y comunicación en estos puntos.
  • Comunicación robusta: Las autoridades deben tener un plan claro para comunicar el "todo despejado". Esto debe incluir el uso de radios de baterías, altavoces en vehículos de emergencia y sistemas de alerta que funcionen incluso sin electricidad o internet.
  • Simulacros de "larga espera": Los simulacros de evacuación no deberían terminar cuando la gente llega a la zona segura. Deberían incluir una fase de "espera" de al menos una o dos horas, donde se practican los protocolos de comunicación, se distribuye información y se gestiona la ansiedad del grupo.
  • Líderes comunitarios capacitados: Entrenar a líderes de barrio para que sean la fuente de calma y orden en los puntos de reunión es fundamental. Su rol es reforzar el mensaje de "no regresar" y organizar al grupo mientras se espera la confirmación oficial.

"Un tsunami es una prueba de paciencia y disciplina, no solo de velocidad", concluye el Dr. Nuñez. "La primera carrera es contra la ola. La segunda, y la más importante, es contra nuestra propia impaciencia".

LO

  • Lorely Osorno
  • Licenciada en Comunicación y Periodismo de la UNAM. Editora en Discover Milenio, apasionada por explorar y difundir hechos relevantes. Me gusta informar sobre temas de utilidad a los lectores y explicar por qué algún suceso está en tendencia. Tengo gran interés por el feminismo y los problemas sociales.

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