Durante más de 15 años, la Fundación Pedro y Elena Hernández ha desplegado esfuerzos para la conservación del flamenco del Caribe, especie considerada como la más representativa de la península de Yucatán y por la que ha habido un trabajo histórico de muchas otras organizaciones para proteger su hábitat a lo largo de un cuarto de siglo.
“El Programa de Conservación del Flamenco Caribeño tiene como una de sus herramientas la colocación de transmisores satelitales en aves adultos de la Reserva de la Biosfera Río Lagartos, en Yucatán. Esta tecnología permite conocer los estándares migratorios del animal, así como la protección del medio ambiente y conocimiento sobre rutas y sitios de arraigo y alimentación”, señaló Bárbara Hernández, presidenta de la fundación.
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Algunos de los principales componentes de este programa financiado en parte por la Conanp y la misma fundación son el monitoreo de la especie y el trabajo comunitario para la implementación de la conciencia y promoción de la educación ambiental. En los dos últimos años se han realizado mejoras graduales como la inclusión de interesados, ya sea de la academia, miembros de organizaciones no gubernamentales y otros más cuyo propósito ha sido la inversión de recursos para la colección, el análisis y la integración de múltiples fuentes de datos.
Sin embargo, el método más innovador que se utiliza es el del uso de técnicas de detección remota basadas en videografía con cámaras 4K (capaz de cuadruplicar la resolución que ofrece la alta definición) y fotografía aérea con alta resolución espacial, que se integran a los sistemas de información geográfica, a fin de crear series de datos geoespaciales firmes e informes de exactitud.
En cuanto al ámbito educativo, se han llevado a cabo algunos proyectos de innovación cuya finalidad ha sido la búsqueda de nuevas esferas de acción y materiales formativos para que con éstos, la población local pueda capacitarse y jugar un papel de liderazgo en la conservación de las especies y sus ecosistemas.
“Hemos realizado un arduo trabajo en la Isla Yum Balam, donde está ubicado Holbox. Tanto la fundación como la Asociación de Hoteles de Holbox hemos trabajado en la protección, salvaguarda y concientización de la isla; sin embargo, estamos abiertos a más apoyo e inclusive si éste viene del extranjero”, resaltó Hernández.
La época migratoria de los flamencos se inicia a partir de abril, cuando salen de Celstún a las zonas de anidamiento y reproducción; es en octubre cuando las aves rosadas se desplazan alrededor de la Península, incluidos Holbox y La Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an, entre otras zonas. Se considera que existe una población 40 mil ejemplares monitoreados en la zona, pero se cree que son parte de un grupo mayor que mantiene movimiento por todo el Caribe, incluida la parte suroeste de Estados Unidos y América Central.
La Fundación Pedro y Elena Hernández ha logrado la apropiación exitosa de una cultura ambiental vinculada a los aspectos culturales de la región, que se reflejan no solamente en la apropiación del flamenco como especie emblemática perteneciente a las comunidades, sino también por la implementación de buenas prácticas ambientales.
lnb