La flor o rosa del desierto es una planta colorida ideal para tener en cualquier espacio durante la temporada de verano, debido a su gran resistencia a la sequía y a las altas temperaturas.
En apariencia, esta planta tiene un tronco grueso y retorcido, hojas verdes brillantes y flores llamativas que abordan colores como el rosa intenso y el rojo. La floración tiene forma de trompeta y mide hasta 5 centímetros de diámetro.
La flor del desierto alcanza entre 1 a 3 metros de altura en su hábitat natural, aunque en cultivo suele ser más pequeña.
Si estás en busca de decorar un espacio en tu terraza o interiores, aquí te decimos el origen, cuidado y significado de esta planta que se ha popularizado entre los decoradores de interiores.
¿Cuál es el origen de la flor del desierto?
La flor del desierto (Adenium Obesum) es una planta suculenta originaria de las regiones áridas de África y la península arábiga. Pertenece a la familia Apocynaceae, que incluye a otras especies ornamentales.
Su nombre científico se origina de la antigua región en Yemen haciendo referencia a su tronco grueso y suculento. La principal característica de esta planta es su gran capacidad por sobrevivir en condiciones extremas y su llamativa floración.
El tronco de la planta es su principal fuente de almacenamiento de agua. Durante la temporada de sequía, la planta puede perder sus hojas para conservar el agua, entrando en un estado de latencia.
Cuidados de la flor del desierto
Se recomienda colocar esta planta en un lugar donde pueda recibir al menos 6 horas de sol al día. Si está en interiores, debe de estar cerca de una ventana soleada.
El riego se efectúa cuando la capa superior del suelo este seco durante primavera y verano. En temporadas de otoño e invierno, reduce significativamente el agua para evitar podredumbre en las raíces.
Utiliza un suelo bien drenado, idealmente una mezcla para cactus y suculentas.
Esta planta no tolera las temperaturas frías. Debe mantenerse por encima de los 10 grados centígrados.
Fertiliza cada 4 a 6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante equilibrado para suculentas.
Al final del invierno y antes de que comience la nueva temporada de crecimiento poda la planta para que conserve su forma.