Greenpeace exige clausurar basurero que afecta a comunidad en Veracruz

La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente había clausurado dicho tiradero a cielo abierto; sin embargo, en los hechos esto no sucedió.

La contaminación generada afecta directamente la salud de la población de Coatzacoalcos, Veracruz. | Greenpeace
Ciudad de México /

Con una protesta, activistas de Greenpeace México exigieron la clausura del basurero a cielo abierto que devora a la comunidad de Villa Allende, en Coatzacoalcos, Veracruz, y que está prevista desde 2017. Al mismo tiempo, demandaron la urgencia de contar con una Ley Antiplásticos, que prohíba los plásticos de único uso y se establezca responsabilidades ambiciosas para las empresas que los producen y comercializan.

De acuerdo con la organización Allende 213, a la que Greenpeace da acompañamiento, el basurero inició operaciones en 1991 como un vertedero local, es decir, únicamente para recibir el desecho de la localidad de Villa Allende. Sin embargo, actualmente es operado por el municipio de Coatzacoalcos y recibe diariamente entre 350 y 400 toneladas de basura doméstica e industrial de los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Villa Allende, los Ejidos y la zona industrial.

La superficie total del basurero es de 11 hectáreas y ya se han utilizado nueve de ellas, ya que se calcula que se realizan entre 45 y 60 viajes diarios de camiones con capacidad de nueve toneladas. Desde 2017, la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente determinó que sería clausurado, pero sigue operando en esta comunidad de aproximadamente 23 mil habitantes.

Greenpeace destacó que no hay una división tangible entre el basurero y las colindancias, ya que se encuentra a menos de 500 metros de casas y comercios y a 300 metros de un cuerpo de agua, por lo que el basurero ha generado para Villa Allende una serie de problemáticas como contaminación del aire, suelo, subsuelo y agua, así como emisión de GEI – metano, CO₂, dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles, que generan daños en la salud de la comunidad.

Basurero devora a la comunidad

Las organizaciones destacaron que este basurero inicialmente ocupaba parte de terreno, y ahora parte de la comunidad vive dentro del basurero. Esmeralda Chable Fonseca, ama de casa nativa de la localidad, narró a las organizaciones que el basurero complicó el flujo natural del agua, inundando la colonia durante las lluvias.

“No nos habíamos inundado antes. Nos fuimos a pique, estábamos incomunicados y las autoridades de Villa Allende, ausentes”, comentó. Además, en su vida cotidiana recibe a diario los olores fétidos. “En las mañanas y a veces en la noche, cierras la ventana y se filtra la peste de la basura”, señaló.

Por su parte, Pablo de Jesus Zamudio Velazquez, integrante de la organización Allende 213, comentó que desde que ciudades aledañas comenzaron a enviar sus residuos al basurero a cielo abierto de Villa Allende aumentaron exponencialmente los daños al medio ambiente, problemas de salud de las personas que viven en los alrededores y la destrucción de las vialidades de la comunidad, por el paso de muchos camiones de basura llenos.

“¿Qué buscamos? Que el basurero sea cerrado y reubicado a las afueras de la comunidad donde no afecte a la población y que cumpla con las normas ambientales”, dijo.

Un dictamen independiente realizado por la bióloga Patricia Piña, especialista en residuos de la empresa especializada en impacto ambiental Copremia y solicitado por Allende 213, revela que los residuos que más se encuentran en el basurero son: plásticos de un solo uso, incluido el PET, residuos sanitarios, plástico industrial y materiales de construcción, residuos biológico-infecciosos como jeringas y gasas, estopas con aceite, etc.

En el dictamen no identifican que exista un plan de manejo, ni programas de instalaciones de sistemas para, acopio, almacenamiento, transporte, etc. El tiradero, de acuerdo con el dictamen, no cumple con las normas ambientales y mantenerlo en las condiciones actuales constituye un delito, pues no cuenta con infraestructura adecuada, los residuos están propagados fuera del sitio del basurero y hay una laguna de oxidación desbordada. Dichos resultados fueron presentados por Allende 213 a distintas autoridades como Profepa, la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente y el gobierno local.

Profepa ya lo había clausurado

La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente clausuró dicho tiradero a cielo abierto; sin embargo, en los hechos esto no sucedió.

“En septiembre de 2023, la entonces titular de la Semarnat, María Luisa Albores, tras muchas presiones por la ciudadanía y activistas, visitó Coatzacoalcos, comprometiéndose a clausurar dicho basurero, lo que no sucedió y que ha sido caso omiso incluso para la Procuraduría del Medio Ambiente en Veracruz”, declaró Luis Manuel Martínez Flores, miembro de Allende 213.

El alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz, ha declarado que clausurará el tiradero en 2024, en coordinación con Semarnat; sin embargo, el mismo gobierno se ha amparado en contra del cierre a través de un recurso de revisión y hasta ahora el basurero se mantiene, denunciaron los activistas.

“La existencia en México de basureros desbordados y sin ningún tipo de regulación, que afectan la salud de las personas y dañan el medio ambiente, es otra cara de la crisis de contaminación por plásticos en la que nos encontramos. Si bien la falta de infraestructura adecuada y una gestión de residuos deficiente son problemas que requieren atenderse urgentemente, una solución de raíz debe pasar necesariamente por el reconocimiento de que el origen de esta crisis es la producción y el consumo en masa de productos diseñados para tirarse, como los plásticos de un solo uso y otros desechables”, dijo Ornela Garelli, campañista de Océanos Sin Plásticos de Greenpeace México.

Por ello, destacaron la necesidad de una Ley Antiplásticos que prohíba los plásticos de único uso que están generando esta contaminación, establezca responsabilidades ambiciosas para las empresas que los producen y comercializan y siente las bases para una transición hacia sistemas de reutilización y refill. “Debemos superar la cultura de usar y desechar y avanzar hacia productos de calidad que podamos reutilizar indefinidamente, reduciendo así la generación de desechos”, apuntó.

La ciudadanía puede sumar su voz para solucionar estos problemas, adhiriéndose a la Ley Antiplásticos mediante su firma. Se necesita que130 mil personas suscriban esta iniciativa ciudadana para presentarla al Senado y lograr que sea Ley https://act.gp/3BliFBC

Esta acción se da en el marco de la quinta ronda de negociaciones (INC5) por un Tratado Global de Plásticos, la cual se realizará del 25 de noviembre al 1 de diciembre en Busán, Corea del Sur. El tratado representa una oportunidad para alcanzar soluciones globales a la contaminación por plásticos y a problemas relacionados con ésta, como los tiraderos clandestinos. Por ello, destacaron la necesidad de que México y el resto de países aprueben un tratado fuerte que siente las bases para poner un freno a la producción de plásticos que está detrás de este problema ambiental.

La existencia de un basurero sin ninguna regulación, con graves impactos ambientales, sociales y de salud, es incompatible con un presente y un futuro sostenible para la comunidad, indicaron. “Exigimos la escucha de las autoridades del municipio de Coatzacoalcos para una pronta solución a este problema”, concluyeron.

LP

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