Grietas por la falla de Mixcoac-Plateros: cuáles son peligrosas y qué hacer

Vecinos de la zona han reportado que hay grietas en sus departamentos, mismas que se han ido abriendo más durante el enjambre sísmico.

Grietas por la falla de Mixcoac-Plateros: cómo saber cuales son peligrosas y que hacer | FOTOS: ROGELIO MORALES
Lizeth Hernández
Ciudad de México /

Del 12 de diciembre de 2023 a lo que va de febrero de este año, los habitantes de alcaldías como la Magdalena Contreras, Benito Juárez y Alvaro Obregón, han experimentado 26 sacudidas continuas ante el enjambre sísmico que se vive en la zona.

Apenas el 14 de febrero se registraron tres microsismos, que si bien fueron de magnitudes ‘bajas’ se experimentaron con gran intensidad en estas regiones debido a la ubicación del epicentro.


Al tener el ‘origen’ de los sismos bajo sus pies, los vecinos de la zona han sido testigos no solo de las fuertes sacudidas de la Tierra, sino también de los estragos que estas han dejado a su paso, como la apertura de una grieta que se ha ido extendiendo por el suelo, así como fracturas en casas y edificios.

De acuerdo con un grupo de ingenieros de la UNAM, mismo que actualmente investiga la región, la presunta culpable de este escenario es una falla activa que fue bautizada como “Plateros-Mixcoac”.

Y es que se ha señalado que la grieta que se ha ido extendido por el suelo tras los sismos es resultado del movimiento de uno de los bloques que conforma dicha falla.

Dentro de sus investigaciones, los ingenieros también señalaron su sospecha que esta estructura geológica de un kilómetro de extensión en la zona de Mixcoac, no una grieta única, “sino que puede tener varias grietas, alineadas casi paralelas", según lo señalado en el artículo El Rompecabezas de la Sismicidad del Poniente de la Ciudad de México (2024).

¿La grieta se abre?

De acuerdo con el reporte de vecinos de la zona, hay una grieta que no solo se ha ido alargando en el suelo sino que con cada sismo, también ha ganado profundidad.

En la investigación El Rompecabezas de la Sismicidad del Poniente de la Ciudad de México, se ha señalado que esta grita corresponde precisamente al punto en el que se ubican la separación entre los bloques que conforman la falla, por lo tanto, la grieta es resultado del movimiento de una de ellas, que aparentemente va hacia abajo, mientras que la otra se queda quieta.


Debido a la tensión del movimiento, el asfalto ha ido colapsando, de ahí que se puedan observar videos de personas que graban como se va extendiendo esta grieta. En una entrevista con MILENIO, Alejandro Salazar Méndez, geólogo y divulgador científico egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), señaló que es muy probable que, de continuar el enjambre sísmico, el bloque se siga desplazando hacia abajo y con ello, la grieta crezca.

“El asfalto se va tronando, y es probable que la grieta se esté abriendo. Los datos de interferometría tomados en diciembre (imágenes vía satélite con la que se pueden medir distancias) sugieren que la zona ya se ha movido hacia abajo 3 centímetros”, explica.

Por lo tanto, si bien hasta el momento no se ha confirmado sí con los tres movimientos del 14 de febrero los bloques se separaron más, “es lógico que en los últimos sismos se haya modificado el esparcimiento y la longitud” de esta fractura. De ahí que algunas personas observen que que algunas grietas se han hecho más profundas.

Cabe señalar que existen formas de confirmar si una grieta se está abriendo más, por ejemplo, tras los sismos de diciembre de 2023, en la zona de Plateros, Protección Civil recomendó a los vecinos colocar yeso en la zona, ya que funciona como indicador: si se mueve la estructura de la falla, el yeso se va a quebrar.

“Los habitantes señalaban que la grieta se estaba abriendo, pero como no se puede ver todos los días, los de Protección Civil les recomendaron eso”, comenta el geólogo.
FOTOS: ROGELIO MORALES

¿Qué pasa en las casas y otras estructuras?

Debido a la falla, hay viviendas que ya tienen problemas estructurales y presentan daños importantes. En diciembre se contabilizaron alrededor de 50 sitios afectados, pero de estas viviendas, son 8 las que se encuentran en alto riesgo debido a que están sobre la falla principal.

Y es que, si bien puede parecer que la grieta desaparece y se deja en algunos segmentos, lo cierto es que solo es parte de la falla que se extiende en una línea casi recta que se va ramificando.

“Se mete a las casas, rompe tuberías, empieza a descuadrar los cimientos, entonces, es peligroso”, detalla el geólogo Salazar.

Hay que tomar en cuenta que esta zona está llena de edificaciones de diferentes épocas, que fueron construidas bajo diferentes normas: no es lo mismo un edificio de 1920 a los que existen actualmente.

Además, en cada casa varía el tipo y calidad de los materiales que se usaron en la construcción, por lo que no se sabe a ciencia cierta cómo pueden terminar siendo afectados ante los movimientos telúricos constantes e intensos que se han presentado durante el enjambre que comenzó en diciembre.

Otro punto importante está relacionado con los diferentes tipos de movimientos y las aceleraciones que se registren, pues esto hace que los edificios vibren a frecuencias diferentes.

Al respecto, MILENIO también consultó al Ingeniero Civil, Miguel Ángel Ochoa García, quien indicó que las grietas que se presentan tras un sismo pueden ser estructurales o superficiales.

Las primeras suelen registrarse en columnas, trabes, castillo o losas y representan un riesgo para la edificación por lo que es recomendable acudir a la brevedad con un especialista.

Por su parte, las grietas superficiales suelen aparecer en los aplanados, losetas de piso o en la pintura y, aunque no necesariamente representan un peligro, es importante abrir los acabados para verificar que no existan daños estructurales. En caso de que la grieta se ubique en los cimientos de la construcción se deberá evaluar el tipo de daño y su gravedad.

| FOTOS: ROGELIO MORALES

Respecto a la grieta que se presenta en banquetas y algunas zonas del suelo, el ingeniero señaló que por ahora no implica algún riesgo.

¿Qué se puede hacer?

Tanto el geólogo como el ingeniero señalan que los movimientos pueden comenzar a afectar las estructuras, por lo que se tiene que mantener el monitoreo en cada una de las casas.

Por otro lado, en la experiencia del experto en el movimiento de la corteza terrestre, este tipo de movimientos puede llevar a cambiar la normativa de construcción en una zona.

“No es lo mismo estar en el norte de la Ciudad a estar en Mixcoac, debería de haber un subíndice en ciertas regiones en el que se haga hincapié en cómo se debe construir en cierta parte de la ciudad, además de que se se tendrían que modernizar o cambiar las edificaciones ya existentes”, reflexiona.


LHM 

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