Guillermo Haro se convirtió en uno de los mexicanos más importantes en el mundo de la ciencia a nivel mundial, al descubrir un cometa, una supernova, más de 10 novas y varias estrellas en la constelación de Orión. Además de ser un contribuyente al desarrollo de la astronomía en México y autor de varios artículos sobre la difusión de la ciencia.
El 27 de abril se conmemora al astrónomo Guillermo Haro quien falleció a los 75 años en 1988, dejando un gran legado en el ámbito de la ciencia y astronomía mexicana. Al ser conocido por su afición a las estrellas, se convirtió en un investigador y académico muy influyente en México y Estados Unidos.
Por si fuera poco, con tan solo 40 años, Guillermo se convirtió en uno de los miembros más jóvenes en ingresar a El Colegio Nacional, trabajó en el Harvard College Observatory y colaboró en algunos artículos para el periódico Excélsior.
Entre otros de los logros que se le atribuyen a Guillermo Haro fue la instalación del Observatorio de San Pedro Mártir en Baja California y otro Observatorio en Cananea en el estado de Sonora. Fue fundador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
Foto: Guillermo Haro (Archivo)
La historia de Guillermo Haro
Guillermo Haro nació el 21 de marzo de 1913, creció durante la época de la Revolución mexicana, y su primer paso académico fue graduarse de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de filosofía, posteriormente su interés por la astronomía lo convirtieron en asistente del recién fundado Observatorio Astrofísico de Tonantzintla y luego del Observatorio Astronómico de Tacubaya.
Después, Guillermo Haro estudió dos años en Harvard y regresó a México en 1945, incorporándose en el Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla como responsable de la cámara Schmidt, donde comenzó su estudio sobre las estrellas.
“Servirse de la ciencia y de la técnica con un profundo espíritu humanista, conducirlas, encauzarlas hacia el bienestar y la paz, es la tarea fundamental de nuestra época”, fue una de las frases que destacó Haro en el discurso de ingreso en el Colegio Nacional y que convirtió en lema durante toda su vida.
Su pasión por las estrellas lo llevó a relacionarse con grandes astrónomos de la época como Harlow Shapley, Viktor Ambartsumian y Subrahmanyan Chandrasekhar. En 1953 le concedieron la medalla de oro de la Sociedad Astronómica Mexicana y fue nombrado doctor honoris por la Universidad de Cleveland.
wgp