Todos queremos un vientre plano y lucir esbeltos, sin embargo la vida ajetreada, los malos hábitos alimenticios y el estrés son factores que diariamente complican la búsqueda de un cuerpo ejercitado y tonificado, pero no todo es culpa de la rutina, existen malas costumbres que favorecen el almacenamiento de grasa en el abdomen.
Aquí te decimos cuáles son los principales errores que estás cometiendo en tu dieta diaria y que podrían estar saboteando tu cuerpo.
Eres adicto a las redes sociales
Expertos han revelado que los individuos que tienen mayores interacciones en Facebook e Instagram pueden volverse obesos si alguno de sus contactos aumenta de peso, esto se explica porque se normaliza el incremento de tallas y se descuida el aspecto personal.
Bebes muchos jugos
Pese a que existe la creencia de que son bebidas saludables, el endocrinólogo del Centro de Prevención de la Universidad Rush en Chicago afirma que: "demasiada azúcar causa inflamación en el vientre y contribuye a la grasa del vientre". El jugo de fruta en general tiene un alto contenido de calorías y azúcar, además de que carece de la fibra y otras vitaminas y nutrientes que obtendría de una pieza real de fruta.
Eres adicto a los snacks
La rutina de un empleo puede hacer que comas lo primero que ves en los refrigeradores o estantes de las tiendas, comida alta en azucares y sal que hacen que tu vientre se inflame, sin mencionar las calorías extra que tu cuerpo está recibiendo.
No hacer ejercicio de forma regular
Aunque tengas una vida muy ajetreada, es recomendable que realices al menos 30 minutos de ejercicio de leve a moderado para que tus órganos puedan desprenderse de la grasa y no acumules lo ingerido durante el día.
Te comes tus sentimientos
Está comprobado que comer bajo una situación de estrés o tristeza puede hacer que ingieras más alimento del que habitualmente tu cuerpo necesita, además de que se genera una sensación de culpa al comer.
No duermes lo suficiente
No dormir las siete u ocho horas recomendadas por noche puede hacer que tu vientre se hinche. La falta de sueño aumenta tus posibilidades de elegir alimentos poco saludables al día siguiente porque tienes poca energía.
Antojos menstruales
Las hormonas se activan en exceso cuando estás menstruando y estas pueden tener un impacto en tu apetito. Un estudio encontró que el consumo excesivo de alcohol entre las mujeres alcanzó su punto máximo durante la fase premenstrual, probablemente debido a la mayor producción de progesterona, según Psychology Today.
Pero solo porque esto ocurra solo una vez al mes no significa que esté bien satisfacer esos antojos, lo recomendable es seguir la dieta usual.
Otro de los peores errores que puedes cometer es comer frente a la televisión o tu computadora, pues tu cerebro no es consciente de lo que ingiere.
LACP