Es medianoche y en el refri solo hay agua y un pedazo de sandía; muchas personas probablemente descarten la idea de comerla, no porque no quieran, sino porque su madre o algún conocido les advirtió que un trozo de esta fruta podría traer un muy mal resultado, pero ¿qué tan cierto es que la sandía se convierte en potencial amenaza cuando cae la noche?
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Por lo general, en México se argumenta que este alimento es muy ‘frío’, por lo que podría tener efectos negativos en el estómago antes de ir a dormir, otras personas aseguran que es ‘pesado’, de ahí que sea mejor evitarlo, en esta lógica, incluso comer ocho tacos de suadero podría ser menos dañino que una rebanada de sandía.
Sin embargo, la ciencia ha demostrado que ambas ideas son erróneas, mitos popular que han pasado de generación en generación. Por un lado, la temperatura de la sandía no altera de manera riesgosa la del estómago, por otro, dadas sus características, es un alimento bastante ligero.
De acuerdo con la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), dos tazas de sandía cortada en cubos (es decir alrededor de 280 g) aporta apenas 80 calorías.
De hecho, en 2019 un estudio exploró el uso de la sandía fresca para perder peso: se comprobó que su consumo ayudó a disminuir “significativamente” la talla de sus pacientes ya que les permitió sentir saciedad por más tiempo, además de que su consumo también contribuyó a reducir la presión arterial.
“Este estudio muestra que se pueden lograr reducciones en el peso corporal, el índice de masa corporal (IMC) y la presión arterial mediante el consumo diario de sandía, lo que también mejora algunos factores asociados con el sobrepeso y la obesidad”, concluyeron los autores de la investigación.
Los beneficios de la fruta tricolor
La sandía tiene el potencial de ser un gran bocadillo nocturno, pues también tiene un alto contenido de vitaminas A y C, así como diversos antioxidantes, lo que beneficia al sistema inmunológico y la salud de la piel.
Además, su jugo contiene l-citrulina (0,5 g/200 ml), un aminoácido que, según estudios, permite alcanzar niveles más altos de rendimiento deportivo ya que ayuda a resistir el agotamiento.
A la par, la pariente de la calabaza aporta otros nutrientes importantes. De acuerdo con un artículo, con 100 g de sandía el cuerpo recibe 112 mg de potasio y 10 mg de magnesio, así como licopeno, un antioxidante que además de darle el color rojizo a las sandías, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la cardiopatía, diabetes tipo 2, cáncer y alzheimer.
A la par, las semillas de sandía son aliadas de una buena alimentación, especialmente si están germinadas y sin cáscara: pues contienen una alta cantidad de proteínas, magnesio, vitamina B y grasas buenas, según un análisis del International Journal of Nutrition and Food Sciences.
Cuando es mejor no comer sandía
Cómo cualquier otro alimento, los nutriólogos señalan que hay diversos factores a tomar en cuenta para su consumo, especialmente las características de cada persona, por ejemplo, si padecen alguna de esta enfermedades:
- Diabetes: se recomienda balancear su consumo, pues aunque es natural, la sandía contiene niveles de azúcar relativamente altos.
- Alergias: si una persona es alérgica al polen podría correr el riesgo de que comer sandía le provoque un efecto adverso, pues esta fruta está relacionada con el polen de la ambrosía.
Alcohol, sandía y resaca ¿malos compañeros?
La mala fama de la sandía no solo se queda en el horario para su consumo, sino también con los otros alimentos con los que se puede acompañar. Y es que hay una creencia popular de que el alcohol y la sandía podrían ser una combinación letal si se combinan.
En Argentina, por ejemplo, se cree que beber vino y comer sandía podría ser mortal, sin embargo, esto ha sido desmentido por más de un científico, tal es el caso de Facundo Di Génova, quien en su libro El barman científico, explica que lo que en realidad se crea con esta combinación es un potente afrodisíaco.
Además, de acuerdo con el químico Daniel Arias, integrante del Instituto de Investigaciones Científicas INICIEN, no hay evidencia científica de que la sandía en combinación con el alcohol resulte peligrosa.
En cuanto a la resaca, más allá de resultar contraproducente, podría ayudar a la hidratación debido a la gran cantidad de agua que aporta.
¿Cuánta fruta debes comer?
En general, las frutas son parte de una dieta saludable, de hecho, las Guías Alimentarias para los Estadounidenses (DGA) recomiendan de 1.5 a 2.5 tazas de fruta al día debido a su bajo nivel energético y rico en nutrientes, así como a su asociación con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad tipo 2.
LHM