Hacen “payasadas” para acercar a niños a la ciencia

Un proyecto de tres jóvenes de Oaxaca ha logrado cautivar al público asistente del Séptimo Festival Nacional de la Ciencia organizado por la UNAM y el gobierno de Hidalgo

Este proyecto nace por la iniciativa de un investigador de Oaxaca. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Actualmente ser payaso es una tarea que debe tomarse con seriedad y así lo han hecho tres talentosos jóvenes oaxaqueños que no sólo divierten al público con sus “payasadas”, lo hacen captando la atención de niños y adultos a través de experimentos científicos prácticos que hacen de éste, “un espectáculo especial”. 

Así lo aseguran Itzael, Juan y Emanuel, quienes conforman “Payasos de la Ciencia”, un proyecto que nació ante la necesidad de acercar diferentes trucos científicos a niños y niñas, y que están presentes en cada uno de sus espectáculos 

“Este proyecto nace por la iniciativa de un investigador de Oaxaca, de donde somos originarios, quien nos platicó que en la primera Semana Nacional de Ciencias que se presentó en la entidad se juntó con un grupo de investigadores y se les ocurrió hacer una presentación con experimentos”. 

“Los investigadores se maquillaron de payasos e hicieron su presentación. Se dieron cuenta de que eran excelentes investigadores, pero pésimos payasos. Cuando se les da la tarea de dirigir el Consejo Oaxaqueño de Ciencia y Tecnología se dan cuenta que no había proyectos enfocados para la primera niñez en ciencias, es decir preescolar y primaria, y así surgió este proyecto trayendo a un grupo multidisciplinario de payasos, investigadores, docentes para generarlo”, explicó Itzael Soriano (Payaso Capirucho), quien lleva 24 años dedicándose al arte de ser payaso. 

Con su carisma frente al escenario, los tres jóvenes payasos ahora ofrecen presentaciones particulares, además de seguir participando en festivales, como en el caso del Séptimo Festival Nacional de Conocimiento que se lleva a cabo en Hidalgo, y con el cual se han ganado fama y sobre todo la atención de infantes y adultos que se presentan en las actividades de este evento cultural, artístico y científico que organizó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en conjunto con el gobierno del Estado de Hidalgo. 

“Ya tenemos casi cinco años trabajando con ‘Payasos de la Ciencia’. Nosotros somos payasos de profesión. Es un placer llevar la ciencia a los niños de una manera más fácil y divertida y el conocimiento se les queda grabado, crear el conocimiento significativo en los niños”, expresó Emanuel Alejandro Vázquez (Payaso Bananín), quien estudió arquitectura en su estado natal. 

Juan Mendoza, quien lleva dos años de payaso y estudió la carrera técnica en desarrollo organizacional, asegura que “este trabajo nos ha traído muchas satisfacciones porque sabemos que dejamos una semilla de conocimiento en los niños”. 

Soriano explica que, antes de este proyecto, se dedicaban a presentar su espectáculo en fiestas, teatro y televisión, así como en radio, pero debido a las exigencias en su trabajo decidieron hacer de este proyecto su espectáculo principal, lo que ha gustado a la gente y ahora lo exigen en las contrataciones. 

“Siempre se van a requerir payasos, aunque sí hay una crisis de payasos sobre todo en los contenidos porque hay espectáculos no propios para el sector infantil, y nosotros tratamos de promover los valores. Desde que nos metimos con tema de ciencia hemos tenido más trabajo y en fiestas infantiles estamos metiendo lo que es el espectáculo de ciencia y ya hasta nos lo piden, nos lo exigen”, expresa el Payaso Capirucho. 

Es así como este espectáculo científico, en donde les explican al público desde cómo se forma una nube y por qué, hasta los estados del agua y la relación de las matemáticas y la ciencia en la vida cotidiana, han llevado a que diferentes estados de la República quieran replicar el show, como en Veracruz, Yucatán, Michoacán, Nayarit y Aguascalientes, en donde los consejos de ciencias de estas entidades han solicitado crear sus propios grupos de payasos. 

“Damos cursos y talleres, además de un diplomado de 180 horas que se impartió en Oaxaca en dos diferentes universidades para dar herramientas a los docentes para trabajar la ciencia de una manera lúdica esperando que la ciencia sea de interés para los chiquitines, quienes jamás deben dejarse de cuestionar el por qué de las cosas”, concluyó Capirucho. 

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