María Guadalupe Vazquez Mancinas tiene 42 años, recuerda que ella era una persona con obesidad que llegó a pesar 103 kilos. Sin condición física, a tal grado que se agitaba con tal sólo caminar unos pasos.
"Tenía la autoestima muy baja, era una persona que se escondía detrás de la ropa negra, era mi favorita. Desde la adolescencia tuve que vivir con dietas y pastillas controladas para tener un peso adecuado, pero ya pesaba 80 kilos. Tras mi embarazo subí hasta los 90 kilos, esta ha sido mi vida”, mencionó.
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Además de cambios alimenticios, también fueron emocionales
Su trabajo le exige mayor actividad física, pero con sobrepeso se cansaba, vivía en un estado de frustración, por lo que fue el 26 de diciembre de 2022 cuando accedió a la operación de manga gástrica, donde los cambios no fueron únicamente alimenticios, sino también emocionales.
Tuvo la ayuda de un psicólogo para enfrentar los objetivos que se planteó y poder llevar a cabo su proceso. Desde el primer mes bajó 15 kilos, pero fue a los tres meses cuando contabilizó 25 kilos menos.
“No dejo de venir a mis citas mensuales de nutrición, además de mi rutina diaria de ejercicios, va a la par”, respondió.
Apoyo de su familia fue fundamental
Reconoce que al principio, ella llegaba a las tiendas a querer comprar ropa de tallas extras, no alcanzaba a dimensionar emocionalmente el cambio drástico que tuvo tras el procedimiento. Destaca que para poder enfrentar este proceso, el apoyo de su familia ha sido fundamental.
Recordando su etapa previa a la operación, reconoce que su ánimo ha ido mejorando, le cambió su manera de pensar. Sabe que su felicidad no depende de la imagen que da hacia el exterior, sino de canalizar los problemas que tiene psicológicamente.
Hoy al llegar a 55 kilos, disfruta de su persona, su familia, incluso de su actividad deportiva, pues piensa retomar el fútbol, el cual practicó en su adolescencia.
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