El cáncer de mama es el tumor maligno más común entre las mujeres en el mundo. En México, ha aumentado consistentemente en las últimas tres décadas, lo que lo convierte en la principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres. Esto se debe principalmente al hecho de que en nuestro país hay acceso limitado a mamografías de detección de rutina, pruebas de diagnóstico o médicos especialistas en el diagnóstico y tratamiento del cáncer.
La Dra. Ainel Sewell, radióloga y experta en cáncer de mama del Hospital Metodista de Houston, explica que, “las mejoras en la detección temprana y el acceso al tratamiento han dado lugar a disminuciones de la mortalidad en la mayoría de los países de ingresos altos. Por el contrario, la mortalidad por cáncer de mama sigue siendo alta en la mayoría de los países de ingresos bajos y medios, probablemente debido al diagnóstico en etapa tardía y al acceso inadecuado a una atención de calidad”.
Entre las pruebas más precisas que están disponibles para la detección temprana del cáncer de mama, están la mamografía en forma de mamografía 2D y también la mamografía 3D, que es la modalidad primaria para la detección del cáncer de mama.
La Dra. Sewell destaca que “las mamografías de detección deben comenzar a los 40 años y realizarse cada año en mujeres asintomáticas con riesgo promedio de desarrollar cáncer de mama. Si tienes un pariente de primer grado con antecedentes de cáncer de mama, la mamografía de detección debe realizarse 10 años antes de la edad del diagnóstico de cáncer en ese miembro de la familia. Por ejemplo, si a tu madre le diagnosticaron cáncer de mama a los 40 años, debes comenzar los estudios 10 años antes, es decir, a los 30”.
La especialista del Hospital Houston Methodist agrega que, "cada paciente tiene tejido mamario que es tan único como una huella digital, así que conocer esta información es importante porque la detección del cáncer de mama mejora cuando las pacientes tienen múltiples mamografías previas o pueden suministrar mamografías externas previas para que sirvan como comparativos año con año”.
Si alguna vez has leído el informe de tú mamografía, puedes notar que el tejido mamario de cada paciente se describe ahí. Hay cuatro categorías y dos de esas describen tejido mamario denso. El 50% de todas las mujeres tienen senos densos. Los senos densos son normales y comunes. Sin embargo, el tejido mamario denso puede dificultar que los radiólogos encuentren cáncer en una mamografía. La Dr. Sewell afirma que, “a estos pacientes se les puede ofrecer un ultrasonido de mama suplementario u otro tipo de examen para asegurarse de que no haya cáncer escondido dentro del tejido denso”.
La experta radióloga del Hospital Houston Methodist dijo que, “aunque el ultrasonido mamario es un método muy bueno de detección, no es una herramienta de diagnóstico y depende del usuario. La mamografía sigue siendo la técnica de detección estándar de oro y ofrece un medio eficaz para detectar el cáncer de mama temprano. Es no invasivo, relativamente barato y tiene una sensibilidad razonable que aumenta con la edad”.
Desde 2019 el Hospital Houston Methodist cuenta con la última tecnología en el campo de las imágenes mamarias, que son las mamografías con contraste. Para este tipo de examen, se inyecta un medio de contraste intravenoso en la vena y se realiza la mamografía. El medio de contraste ayuda a iluminar las áreas donde hay vascularización anormal, que, a su vez, ayuda al radiólogo a detectar si hay malignidad y la extensión de la enfermedad. Porque buscar cáncer en un tejido mamario muy denso, puede ser como buscar un conejo blanco en la nieve.
Finalmente, la Dra. Sewell reiteró la importancia de la detección oportuna con mamografías de detección anuales y la realización de exámenes en centros especializados dedicados al seno. "Es importante que los estudios sean interpretados por radiólogos certificados y capacitados que son los médicos más educados y experimentados".
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