En tres días, por el síndrome de Guillain-Barré, Minerva Cruz, de 49 años, se quedó cuadripléjica; es decir, completamente inmovilizada.
Fue la noche del 24 de diciembre de 2024 cuando Cruz comenzó a sentir pérdida de fuerza en su mano izquierda y, horas más tarde, se pasó a la derecha, al otro día presentó adormecimiento en las plantas de los pies.
“Fui perdiendo más fuerza y movilidad en miembros superiores e inferiores, así continué hasta el tercer día, prácticamente fue pérdida total, sólo podía mover el cuello y no sabía que estaba sucediendo”, recordó la paciente con síndrome de Guillain-Barré, un problema de salud que surge por un proceso infeccioso previo, por virus y bacterias, patógenos causantes del zika, dengue, el chikungunya, así como por VIH, hepatitis A, B y C, y covid-19.
Fue al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde la enviaron a una de las 189 Unidades y Servicios de Rehabilitación ubicadas en todo el país, para tratar de revertir la afectación al sistema nervioso.
“Los médicos me dijeron que era una enfermedad de la que yo podría recuperarme siempre y cuando llevara un proceso de rehabilitación”, contó.
En febrero, Minerva comenzó a recibir terapia ocupacional y física mediante electroterapia, movilizaciones, ejercicios y entrenamiento automatizado de marcha.
Luego de dos meses logró caminar de nuevo y continuó con sus terapias para mejorar la funcionalidad de manos y pies.
“Después que sólo podía mover el cuello, empecé poco a poco con tener movimientos, desde rodar, gatear y posteriormente intentar caminar. Ha sido todo un proceso. Cada movimiento que yo realizaba lo celebraba con gusto y se lo comunicaba a mi médico, le decía: ya puedo lavarme los dientes, ya puedo comer sola, y hacer las labores propias. Para uno es lo más importante”, enfatizó.
En la actualidad, de acuerdo con el IMSS, la paciente se encuentra de pie y sigue con su proceso de rehabilitación hacia un síndrome incurable y que, en el caso de Perú, ha representado un inexplicable incremento de casos convirtiéndose en aquel país en una emergencia sanitaria.
En México no se ha emitido alerta alguna por el síndrome de Guillain-Barré. Sin embargo, la Dirección General de Epidemiología (DGE) clasificó dentro del apartado “Parálisis flácida aguda” diversas afectaciones ligadas a parálisis. Sólo en el 2022, la cifra fue de 262 casos y en lo que va este 2023, un total de 275 personas afectadas por diversas causas, entre estas, secuelas de covid-19.
Por ello, el IMSS informó que cuenta con 189 Unidades y Servicios de Rehabilitación donde atiende patologías como dolor de espalda lumbar y en la región cervical, desgaste o lesión en ligamentos de la rodilla, hombro doloroso y síndrome del túnel carpo, síndrome de Guillain-Barré.
José Delgado García, jefe de Área Médica en la División de Unidades y Servicios de Rehabilitación, detalló que las unidades se encuentran, 51 en el Primer Nivel de atención; además, hay 116 Servicios y una Unidad en el Segundo Nivel, y 22 instalaciones en el Tercer Nivel.
Hay cuatro unidades en Nuevo León y tres en la Ciudad de México que se dedican únicamente a brindar rehabilitación y a las mismas se sumó la Unidad de Rehabilitación Centro Colonia, ubicada en la Alcaldía Cuauhtémoc, cuenta con 55 camas censables para pacientes que requieren de hospitalización.
La derechohabiencia referida a los servicios de rehabilitación por su médico tratante acuden, especificó, por dolor de espalda lumbar y en la región cervical; fracturas, desgaste o lesión en ligamentos, así como esguince o torceduras en rodilla, hombro doloroso, parálisis facial y síndrome del túnel carpiano (que afecta la mano) así como parálisis facial.
Delgado García destacó que el Seguro Social cuenta con 504 médicos en rehabilitación, así como un total de mil 475 terapistas físicos, ocupacionales y fonoaudiólogos (de lenguaje).
En años previos a la pandemia por covid-19, durante 2018 y 2019 se realizaron más de 10 millones de sesiones de terapias; con la recuperación de servicios, en 2022 fue posible alcanzar más de ocho millones de terapias físicas, ocupacionales y de lenguaje, al tiempo de otorgar más de un millón de consultas.
Sólo de enero a febrero de 2023 se han realizado más de un millón 600 mil terapias y brindado alrededor de 280 mil consultas, que también involucran el diagnóstico médico para problemas del sistema nervioso central, así como apoyo a pacientes que cursaron con la enfermedad covid-19 y sufrieron dificultad para la marcha o que quedaron con debilidad y fatiga por el daño pulmonar o reposo prolongado, entre diversos factores.
“Antiguamente, se daba rehabilitación pensada como la última parte del proceso de atención médica, supeditada a que pasara el paciente a la parte preventiva, el tratamiento y al final llegara con nosotros; sin embargo, se ha identificado que el mayor impacto que tiene la rehabilitación es cuando se considera al paciente desde etapas iniciales”, dijo.
LP