Un fallo en el cohete lanzador Vega ha provocado la perdida del satélite de observación español Ingenio, poco después del lanzamiento a las 2.52 UTC este martes desde Kourou, Guayana Francesa.
"A los 8 minutos del despegue de la misión Vega VV17, tras el primer encendido del motor de la etapa superior del Avum, se identificó una desviación de trayectoria que conllevaba la pérdida de la misión", explicó la ESA en un breve comunicado.
Esta misión iba a ser todo un hito al ser el primer satélite 100% español, que se encargaría de 'vigilar' desde el espacio el estado de los suelos, del agua, del aire, e incluso la contaminación de las ciudades.
Liderado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), el coste total del Gobierno en este proyecto, iniciado en 2008, ronda los 200 millones de euros. Ha sido la primera vez que España diseña y desarrolla un sistema completo espacial. De hecho, los contratistas principales, el subsistema, los equipos, los operadores y la explotación comercial ha sido española.
Entre su instrumental de vanguardia destacaba una cámara dual de última generación que puede tomar imágenes de la Tierra con una resolución de 2,5 metros.
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Ingenio, una de las grandes apuestas de la industria espacial española
Era una de las grandes apuestas de la industria aeroespacial española, que se iba a encargar durante varios años tanto de su control como de las comunicaciones y de procesar los datos que iba a proporcionar, pero la misión de la Agencia Espacial Europea encargada de ponerlo en órbita ha fracasado.
El cohete "Vega" que lo transportaba -junto al satélite francés "Taranis"- se desvió de su trayectoria unos minutos después de lanzamiento desde el complejo espacial de Kuru (en la Guayana Franesa) y la ESA investiga ya las causas del fallo que ha hecho fracasar la misión.
Iba además a completar el Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), junto al también español "Paz", en órbita desde 2018, y a escudriñar la Tierra desde el espacio durante los próximos siete años, aunque llevaba combustible para haber aguantado diez.
Provisto de una sofisticada cámara óptica, el satélite tendría capacidad de apuntar hacia diferentes lados y de acceder a cualquier lugar de la Tierra en solo tres días, y complementar así la tecnología radar del "Paz". Capaz de tomar unas 600 imágenes diarias y de dar casi 15 vueltas diarias a la Tierra.
Cien por cien español, la misión estaba financiada por el Centro Español para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Ciencia e Innovación, pero se enmarcaba a su vez en una sofisticada arquitectura europea de observación de la Tierra.
Con un coste que ronda los 200 millones de euros -incluido el lanzamiento- el diseño y construcción del "Ingenio" y de todos los instrumentos de los que estaba dotado ha implicado durante años a las principales empresas del sector aeroespacial español.
grb